Son tus palabras, una sonrisa en el tiempo. El universo sabía lo que pretendía el destino y nos puso frente a nuestros momentos. Que no perdamos los sonidos ni tampoco los silencios. Te invito al final, a la cúpula del cielo. Sorprendamos a las estrellas poliédricas, y volemos, solo volemos.
Así terminaba la carta que le escribí a esa chica (gata) que conocí en el tejado de la panadería de Don Carlos. Era el mejor tejado, todos iban a el, el olor a pan dulce era adictivo, tanto como las ratas y ratones que se la paseaban por los rincones del local, diría yo tan adictivo como el todo que es esa angora blanca. Ahora solo tenia que reunir valor y enviársela, sin meditarlo tanto...
The life expectancy of cats has nearly doubled over the last fifty years.