Era de una descendencia muy pobre, pero aún así no era una desventaja para ella, su noble y hermosa belleza la caracterizaban como una mujer espectacular, con mucha clase. Era mi primera vez que mis ojos presenciaban tanta pureza en una joven dama de clase baja. Con mucho respeto me acerque hasta ella, entre sus manos sujetaba una cubeta de agua que llevaba para su humilde hogar para lavar los trastes. Aunque me había quedado sin palabras, ella me miró directamente a los ojos y solo sonrío... Este fue el privilegio mas grande que pude recibir en esa mañana.
Las influencias que tenía mi familia en el pueblo eran muy respetadas y admiradas por la sociedad, mis padres eran las personas mas ricas del país, tenían tierras agrícolas y empresas de diversas categorías, yo era el menor de 8 hermanos. Estaba de visita en el pueblo "Villa Verde", eran pocos habitantes, muy serviciales y agradables. Ninguno tenía la mas mínima sospecha de quien era o de donde provenía, me gustaba ser tratado como un igual, es decir como cualquier persona, la gente tiende a cambiar cuando se tratan entre clases sociales, existe un tipo de discriminación entre altas y bajas, ese no es mi forma de vivir o afrontar las situaciones, prefiero ser mas natural, mas humano.
Empecé a trabajar en un viejo galpón del pueblo como el mecánico del pueblo, me apodaban el castor, aún no tenía idea de porque, no tenía ni rasgos físicos a un castor, según los chicos mas pequeños aludían que era porque ese galpón anteriormente era una vieja fabrica de muebles de madera y de allí se origina el apodo extraño... El galpón pertenecía a mi abuelo, cuando llegue puse todo al día, la casa estaba cerca de allí, era todo muy tranquilo. Empecé a trabajar junto con señor Gustavo era un hombre muy trabajador y emprendedor en su rama, le gustaba mucho comer donas y tener una pequeña botella de Whisky, no le era exigente con su vicio, de esa manera el podía trabajar mejor así que le complacía de vez en cuando. Los clientes eran pocos, la mayoría siempre venía por labores de mantenimiento, y a mi me gustaba por lo menos hacer algo... El señor Gustavo contaba que tenía una hermosa hija de 18 años que se encargaba de cuidar la casa y de mantener el cuidado de las vacas y los caballos, que ella soñaba con ir a la universidad a estudiar Literatura, por esa razón entre ella y él se habían puesto de acuerdo por trabajar duro para reunir el dinero suficiente para llevarla a estudiar a la universidad... Soñaba con ser escritora de un libro, una tarde yo estaba en la oficina mientras el señor estaba revisando un carro, su hija se acerco para llevar el almuerzo de su padre, para mi sorpresa la hija, era Susana, la chica de la cubeta de agua, cuando la vi, me impresiono que también había traído una vianda para mi, sus mejillas se sonrojaron al verme, me dijo aquí tienes, mi padre insistió y le dije no te preocupes, muchas gracias por tu atención, realmente lo aprecio mucho de verdad.