Hoy, me complace compartir con ustedes un cuento que nació de un taller, pero que se ha convertido en uno de mis favoritos por la mística que encierra; espero que sientan lo mismo que yo siento al leerlo, y si se encuentran con alguna de sus caras o alguno de sus reflejos no duden en hacerlos suyos... ¡Espero que lo disfruten!
Advertencia
Cierto día Andrés se devolvía a su apartamento del décimo piso por la novela terminada que debía llevar al editor, era su oportunidad. Amilcar, lo llevó al edificio porque en no menos de dos horas el Sr. Hilarraza tomaba su vuelo a Francia, lo esperaba con el carro encendido.
Corriendo Andrés tropezó con la anciana del 3-A y casualmente el ascensor misterioso, al que nadie se subía, abrió sus puertas. La anciana adivinó su intención y le dijo:
― ¡No subas, no lo hagas!
Él no quería hacerlo, pero el otro ascensor no llegaba.
Titubeó, sudaba, ansioso no resistió la invitación del ascensor y dio el paso que nadie se atrevía a dar.
La novela nunca fue publicada.
Alejandra Fernández Leonet
Comentario Final
Disfrute mucho haciendo este cuento que formaba parte de un ejercicio propuesto por el escritor @rjguerra en un taller de escritura creativa al que asistí. Debo admitir que para ese momento solo escribía literatura infantil, porque me nacía de una manera muy natural y no me atrevía a hacer otra cosa; sin embargo, a través de éste y todos los ejercicios de ese taller descubrí que sí me gusta mucho nadar entre las diferentes formas de la escritura, por lo que a él le agradezco todas sus enseñanzas y la paciencia que tiene para seguir en esa labor en la que lleva años, y con la cual ha formado y ayudado a tantos y tan grades escritores de esta tierra, y con Steemit además sigue aportando sin límites o fronteras, gracias @rjguerra...
Aprovecharé, para agradecerles también a ustedes sus lecturas. Espero seguir encontrando esa alegría que brindan las letras siempre para seguir compartiéndolas... ¡Saludos!
Aprovecharé, para agradecerles también a ustedes sus lecturas. Espero seguir encontrando esa alegría que brindan las letras siempre para seguir compartiéndolas... ¡Saludos!