Me complace compartir con ustedes un poema que le he dedicado a mi madre. Ella es una mujer fuerte, trabajadora y se ha esforzado toda su vida por darnos una buena educación y sobre todo valores. Por darnos todo lo merece todo y, que mejor mejor manera de retribuirle su dedicación que a través de un poema en donde se puede recoger la relatividad del tiempo y la esencia del alma. Espero que lo disfruten.
Todo comienza con un latido
Laten las manos quietas.
No se detiene el curso de lo infinito,
no se olvida lo que el corazón ha retenido,
ni el dibujo que la mano aprieta.
Late el alba y el ocaso
de una mujer sin rostro, ni cadenas
que en silencio sufre sus penas
pero a la cobardía, no hace caso.
Laten las aguas que parecen mansas
Y en el fuego vemos un azul dormido
que igual alumbra mi sueño escondido
reflejado en mi rostro que tu mano alcanza.
Y late en tu mirada
el sueño de la madrugada
que en tus anhelos es un ancla
y en tus huellas, una brisa de mañana.
Ese latir que con amor has forjado,
tiene aves en esperanza
y un reloj que con esmero avanza
para orgullo de tu temple y enseñanza.
Alejandra Fernández Leonet
Comentario Final
Este poema es el tercero que me atrevo a compartir porque no escribo poesía con tanta frecuencia como para verlas concluidas y quedarme satisfecha con el resultado; sin embargo, cada vez que siento que he logrado algo que sella un momento o un sentimiento dejo que tome su curso y vuele más allá de mis manos; por lo que agradezco infinito sus lecturas y lo que deseen comentar que me lleve a seguir en este camino de las letras. ¡Saludos!
Para no escribir tanta poesia con frecuencia, lo haces muy bien... deberias seguir intentándolo, la poesia es el idioma del alma.
Te he seguido y te espero de vuelta si lo deseas
Bendiciones
¡Saludos, @maryunbalanced! Te he seguido de vuelta... No escribo poesía tan seguido como para sentirme satisfecha con el resultado, pero me gusta mucho y seguiré intentándolo... Gracias por alentarme y por escribirme. Nos estamos leyendo.
¡Animo! Sigue adelante con la poesía. Me quedé atrapada en: "el sueño de la madrugada que en tus anhelos es un ancla". Me ha encantado la alegoría. Yo creo que la buena poesía es la que hace primar la verdad sobre la forma. Y, una vez expresada esta verdad, se puede comenzar a buscar el orden adecuado, la cadencia , en un juego e tetris entre líneas y comas, espacios y silencios... ¡Te felicito!