La magia de ser niño
Recuerdo que cuando tenía 8 años, un 24 de diciembre más o menos a las 8:00pm un hombre iba por mi calle disfrazado de Santa Claus, en aquel entonces mis papás me habían comprado un playstation1 y le pidieron al señor disfrazado que lo guardara en su bolsa para que el me lo entregara personalmente, recuerdo que cuando me llamaron, al ver al verdadero Santa frente a mí, me emocioné tanto que se me salieron las lágrimas de la alegría (pues nunca había visto a un Santa Claus en persona). Cuando sacó el playstation de su bolsa y me dijo que me acercara para entregarmelo, le di un fuerte abrazo y le agradecí dandole unas galletas que mi mamá había hecho. Fui corriendo para dejar la consola en mi cuarto y al volver, Santa se había marchado. Mis papás, tíos y abuelos me dijeron entre todos que se había ido volando porque necesitaba llegar a tiempo a las casas de todos los niños del mundo para darles sus regalos.
Un recuerdo muy preciado de mi infancia y uno de los mejores momentos de mi vida.
-No todos los héroes tienen capa.