Muchos de nosotros, a pesar de estar rodeado de nuestros seres queridos, nos sentimos solos; esa soledad se acentúa cuando necesitamos de ellos y no recibimos ayuda alguna. Muchos manifiestas "cuento más con mi vecino que con mi propia familia".
Comparto la idea de que la soledad enriquece al alma. No podemos esperar a que los demás nos soporten, si nosotros no nos soportamos a nosotros mismos en esos momentos gratos de estar a solas.