Jamás saldrá de mi mente aquél día en que te conocí
Tan diferente al resto
Convertido en mi pasión y gloria
Tu nombre es...
El único que en mi corazón se impregnó para consolar mis hora de angustia y desesperación.
Si lograrás verte con mis ojos, entenderías todo y quizás vendrías a mí aceptándome.
Aún en la distancia mi corazón sigue apasionado por ti.
Sé que no me amas de la misma forma en la que yo te amo a ti.
Pero tu mirada, tus manos que en algún momento me arrullaron quedarán plasmadas en mí.
Y ese será el gran amor que siempre sentiré por ti y nadie más que a ti en la eternidad...