Cuando paseas la vista por la inmensidad del espectáculo visual, reparas en el espejo natural de las aguas donde confundes realidad y fantasía; jamás había sentido el desconcierto visual que crea la sensación de no saber dónde está el comienzo o el fin del escenario que estás visualizando, satura la vista, tienes que voltear hacia el verde de cuando en cuando para "resetear" el cerebro y prepararlo para la siguiente andanada visual.
Una experiencia mágica al igual que el relato, cuantos lugares tan hermosos que pocos son los afortunados de conocer, así que amigo mio siente ser un de ellos, Abrazos y mi felicitaciones.
Gracias estimado @andrades, siempre con tus comentarios acertados y asertivos...espero haber logrado el impacto visual que quería en mis lectores..!
Un abrazo..!