El vacío del pensamiento me lleva a la inocuidad, y la aparente apatía de vivir bajo las leyes no es casualidad; me resisto a existir, conociendo que algún día no te veré, y vuelvo a estar engañado.
Muy bueno mi hermano.
El vacío del pensamiento me lleva a la inocuidad, y la aparente apatía de vivir bajo las leyes no es casualidad; me resisto a existir, conociendo que algún día no te veré, y vuelvo a estar engañado.
Muy bueno mi hermano.
Muchas gracias hermano, siempre es bueno verte por aquí, un abrazo!