¡Usemos nuestras armas!

Todo se reduce a dos palabras: enfoque y voluntad.

Para lograr algo en la vida se necesita cierta determinación para hacer crecer los frutos, enfoque en otros términos pero también se necesita voluntad, la cual para florecer requiere cierto esfuerzo. Podemos ver personas con una voluntad débil, esas que siempre están quejándose, quejarse es sumamente sencillo, no requiere ningún esfuerzo, la inercia o mejor dicho; la entropía social siempre nos conduce por caminos de mediocridad y autocomplacencia.

Por otro lado, una voluntad fuerte es solo privilegio de aquellos individuos que aman la virtud, que no malgastan su energía en la queja, sino que toman la entropía con sus propias manos aunque esta se les escurra y la moldean a su favor, para tal hazaña se necesita enfoque y determinación, un montón de perseverancia pero sobretodo cultivar la creencia de que de una u otra forma cada quien es su propio Dios.

Cuando despiertas del sueño ese en el que crees que la vida es algo que te pasa y nada más, se hacen evidentes las sutiles relaciones existentes entre nuestros pensamientos y los acontecimientos de nuestra vida. Creo firmemente que un hombre capaz de crear sus propias imágenes mentales es capaz de dirigir su destino, ser dueño de sí mismo.

La forma más primaria de nuestro pensamiento son evidentemente las imágenes, es por eso que el poder de una fotografía es grande, funciona como si se inoculara un pensamiento desde el registro de lo imaginario (término lacaniano) el cual desencadenará una serie de asociaciones mediante la sugestión, la sugerencia y la metáfora porque así es el lenguaje de la seducción y Freud lo explica muy bien en sus teorías sobre el inconsciente.

Tenemos entonces un potencial de manipulación enorme que tiene que reinventarse a sí mismo constantemente como una droga que genera resistencia al ser consumida muchas veces.

Pero a parte de lo visual, ¿qué otra forma de manipulación podríamos tener en nuestro arsenal?
Las palabras, el reino de la compra-venta de discursos disfrazados de "transmisión de información", el registro de lo simbólico diría lacan, ¿acaso no son estas las principales armas que ha usado la publicidad para seducirnos?

¿Qué clase de mundo es este?
¡Uno hermoso! porque todo es un juego que se basa en vender, seducir, deleitar o morir en la desdicha por no tener la voluntad suficiente para jugar con todo el corazón el juego de la vida, seduzcamos a la vida, hagamos nuestro cielo aquí en la tierra, ¿porque qué otra opción tenemos?

¡Usemos nuestras armas!