Nuestro espíritu de celebración de las fiestas decembrinas es único en todo el Mundo, lo llevamos en la más profundo de nuestras raíces latinas y caribeñas, así que las festividades de Navidad y Año Nuevo prácticamente son sagradas y la convivencia fraternal y familiar se intensifica.
La última comunicación comunicación escrita con mi hija virtual fue el 24 de Diciembre del 2024 para ponerme al día con la situación climatológica de New Jersey y sus planes de estudios a partir del 21 de Enero del 2025. Ya hoy es 12 de Enero, han transcurrido 19 días y ya no espero ni un mensaje de Feliz Año Nuevo, papi.
Mi "mi hija prestada" por la vida está por cumplir 20 años de vida, de los cuales 12 años tuvimos contacto directo de padre-hija, hasta que en año 2017 nos separamos físicamente y se inició el proceso para el alejamiento emocional, pues cuando cumplió sus 15 primaveras no fui invitado al baile del vals tradicional de manera virtual, ni siquiera a pronunciar unas palabras a ella, pero que las escucharan sus invitados, amigos y familiares. A partir de ese momento se dio el quiebre definitivo de la relación emocional y afectiva de padre-hija.
Apenas habían transcurrido 3 años de mi salida del país y ya se había tirado por la borda esos 12 años anteriores más los 9 meses de gestación donde le susurraba a través de la "barriga" de su mamá. Es fuertemente doloroso, estresante y decepcionante saber que tu hija haya perdido ese amor por su papá teniendo un corazón tan grande y que la hayamos educado dentro de buenos principios y valores. No entiendo ¿qué nos pasó?.
Puedo entender el odio con el alma que siente su madre por mí, debido a que nuestra historia acabó sin punto final, tal como siempre lo prometíamos. Comprendo que su madre ya había planeado su vida con otra persona en Perú, consolidándose en Colombia y disfrutándola en Estados Unidos, pero esa es su vida, sus decisiones y se le respeta. Con respecto a mi hija, pienso que al cumplir los 18 años de edad sintió la libertad de elegir y hacer con su vida lo que mejor le parece, tal vez es normal que acepte a la pareja (esposo) de su mamá como un Padrastro, pero olvidarse y apartar de su vida a las personas que en algún momento quisimos con el corazón no habla tan bien de nosotros como persona. No delego todo el desapego en ella, pues en el fondo yo también tengo mi grado de responsabilidad, pero conozco gente que su padre llegaba ebrio y los golpeaba, los maldecía y con el tiempo él cambió su actitud, todos sus hijos-hijas son profesionales y todos lo amaron hasta el último momento de su vida.
Relato basado en la vida real @anecdotas
Crédito de esta imagen de Tilixia-Summer