Qué sabrás tú
de todos los secretos
que me tienes resguardados.
Si te los confío
por la poca atención que me otorgas
y sé que de tu boca no saldrán
porque los obvias de tu memoria.
Le hice un último llamado a la luna,
al cielo,
o al Dios en el que creo,
ya ni sé;
pero aquí estás
tocando mi puerta,
y yo ni sé donde esconderme.
Ésta última cicatriz
la curé con decepciones
y las veces que grité tu nombre
pidiendo auxilio
y no llegaste.
Mírame dejar el camino
que construiste para mí,
me decidí a seguir solo el mío,
aunque aquí también eres bienvenido.
No somos (nos)otros,
somos los mismos:
tú más tonto
y yo quizá
más lista.
Conseguí no depender de tus besos
o de tu bote salvavidas.
Pinté una bonita sonrisa en mi cara
ésta vez a mi nombre y por mis sueños.
No estoy tan vacía como aparento,
lo sé, aunque no lo quieras ver.
Me di cuenta de esto
en muchas noches de silencio,
donde descubrí
que mi peor enemigo eres tú
y he regalado toda mi confianza
a ti.

Es lindo volver a leerte, tus versos me gustaron mucho. ¡Saludos!
Qué bueno que sigas atenta a mis publicaciones. Un abrazo. Saludos <3