𝙰𝙽𝚃𝙰𝙶𝙾𝙽𝙸𝚂𝚃𝙰 𝚈 𝙿𝙴𝚁𝚂𝙾𝙽𝙰𝙹𝙴
Me he mirado al espejo durante los últimos 20 años, aproximadamente y al observar lo que me aparece del otro lado a veces ha sido difícil de lidiar, ya sea porque no me acepto tal cual soy o porque no me gusta lo que interiormente estoy pensando. Sin embargo, en otras ocasiones ha sido todo un elixir mirarme al espejo, veo a una mujer fuerte, hermosa, divertida y amorosa. Bailo durante horas delante del relejo y pienso que soy lo mejor que ha sucedido. Así, poco a poco voy conociendo a mi persona; un personaje que he ido construyendo poco a poco a consecuencia de lo que he vivido en cada etapa de mi vida. Ser un personaje en la vida de uno mismo implica mucha complejidad, comenzando con el hecho de que somos humanos y como tal, además de estar hechos de células, huevos, carne, músculos y cabello, somos también un sistema complejo de emociones y sentimientos. Dicho “sistema complejo” al que he decidido darle este significado, juega un papel importante para “personaje”, pues está compuesto de todo lo que hemos ido arrastrado durante nuestro pasaje de vida, incluidos todos los traumas, experiencias, buenos momentos, malos momentos, enamoramientos, rupturas y decepciones. Es fácil decir que estas vivencias nos construyen, a veces ni siquiera somos conscientes de ello, sólo nos toca surfear sobre las olas de las desgracias… y sobre lo bueno también. Construir un personaje es todo un arte, porqué no sólo es crear una parte hipócrita de uno mismo o escapar de lo que realmente somos, no me refiero a eso, sino en resumen quiero decir que el “personaje” como construcción de la personalidad de cada uno es, precisamente, una forma de decir: “yo soy de esta manera a pesar de todo esto, acepto lo que soy y me gusto tal cual soy, porqué yo soy el personaje principal de esta obra llamada vida”.
Por otro lado, el antagonista a pesar de la fuerza opositora es alguien que también vive dentro de nosotros, porqué es quién a veces no comparte las mismas ideas que el personaje principal, siempre quiere darnos otro punto de vista sobre lo que personaje no se está dando cuenta. Aunque tenga ideas y pensamientos contrarios, eso no lo convierte en un enemigo, puede ser que sea visto de esa manera, pero no siempre tiene que ser así. Saber escuchar a nuestro antagonista es tedioso, doloroso y en algunas ocasiones logra hacernos sentir mal porqué cuestiona nuestras creencias y nos confronta con aspectos de nosotros mismos que preferiríamos ignorar. Sin embargo, es importante reconocer que el antagonista también juega un papel fundamental en nuestro crecimiento personal.
El antagonista internamente representa nuestras dudas, miedos y debilidades. Es esa voz crítica que nos hace cuestionar nuestras acciones y decisiones. Aunque a veces nos cause malestar, escuchar al antagonista puede ser beneficioso, ya que nos permite reflexionar y evaluar nuestras acciones desde diferentes perspectivas. A través del diálogo con nuestro antagonista, podemos descubrir aspectos de nosotros mismos que necesitan atención y trabajo. Es un proceso de autodescubrimiento y autoconocimiento que nos ayuda a desarrollar una visión más equilibrada de quiénes somos y qué queremos. Es importante tener en cuenta que el personaje principal y el antagonista no son entidades separadas, sino partes intrínsecas de nuestra propia psicología. Ambos desempeñan un papel en la construcción de nuestra identidad y, en última instancia, en la forma en que nos relacionamos con el mundo. Aceptar y abrazar tanto al personaje principal como al antagonista es parte del viaje de autodescubrimiento y aceptación personal. Reconocer y reconciliar estas partes de nosotros mismos nos permite crecer, evolucionar y vivir una vida más auténtica y plena. Recuerda que todos somos complejos y multifacéticos, y es a través de la aceptación de todas nuestras partes, tanto las positivas como las negativas, que podemos abrazar nuestra verdadera esencia y vivir de acuerdo con nuestros valores y deseos más profundos.