Las luces de la fiesta pintaban todo de neón, miraba mi vaso y pensaba si algún día la pelirroja que bailaba muy sexy sería alguna vez mía. Mis amigos me llamaban para que bailara con ellos, pero yo no podía dejar de mirar a la pelirroja. Finalmente me acerqué a ella y bailamos Connaissais de Face de Khruangbin. Al terminar la canción, me miró a los ojos y me dijo:
-Eres un buen bailarín.
Le sonreí y le dije:
-Tú también eres muy buena.
Luego nos fuimos a bailar otra canción, un poco más lenta y al terminar, me dijo:
-Me llamo Sarah.
-Yo soy David.
Le sonreí y le di un beso en la mejilla.
Después de eso, bailamos toda la noche juntos y al final nos fuimos a mi casa. Nos acostamos en la cama y la besé, pero sin que pasara nada más, pasamos toda la noche platicando sobre qué pasaría si los robots y la inteligencia artificial tomará el control de los cerebros humanos. Al final nos quedamos dormidos y al despertar, me di cuenta de que había sido una noche muy especial; nunca había terminado una noche así con una chica. Tomé mis cosas y me fui directamente a mi trabajo, tenía una cita con una modelo, la idea era hacer un libro de fotos sobre ella en blanco y negro. Como de costumbre, hice mi trabajo y después fui por algo de comer, pero en el trayecto me sorprendió y lleno de escalofríos todo mi cuerpo un mensaje de texto que decía:
-¡Hey! ¿Cómo va tu día de mirar chicas lindas? ^_^ Me encantaría saber si te agradaría ir por un café más tarde. ¡AH! Por cierto, soy Sarah.
No podía creerlo, Sarah me había invitado a tomar café, así que le respondí que sí y nos citamos en un café cerca de mi casa. Llegué un poco antes y la vi sentada en una mesa, me acerqué y le di un beso en la mejilla. Nos sentamos y pedimos nuestras bebidas, luego comenzamos a platicar
-No sabía que eras un muy buen bailarín.
-Tampoco sabía que eras conspiranoica.
Sonreímos y siguieron platicando sobre tonterias, después de un rato, me di cuenta de que estaba enamorado de ella, aunque ¿realmente que es estar enamorado? A caso es mirar sus labios, deseando que toquen los míos, es perder la mirada y perderse mientras mira como habla y se ve tan bella mientras se agarra el cabello y desliza sus manos hasta llegar a la punta. Es pensar en ella todo el tiempo y al verla tener una especie de euforia mientras te late el corazón a más de 100 latidos por minuto. Así que, en definitiva, estaba enamorado de Sarah. Pero esa tarde, había algo en su mirada que mi euforia no me permitía ver, ¿iba a ser una relación complicada?
Continuará...
