Ya hice un post hablando del sentimiento que nos enferma y ahora hablaré de su adversario, el opuesto, el que nos purifica el alma. El amor, ese sentimiento tan fuerte, puro y verdadero que llevamos dentro es el único capaz de hacernos volar muy alto, tan alto que sentimos el sol cerca calentando nuestra piel, calentando nuestro cuerpo y acariciando nuestras mejilla. El amor es para todos los seres que habitamos este planeta, para unirnos, enseñarnos, despertarnos y liberarnos.
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Los problemas no son gran cosa cuando el amor los enfrenta, que distinto sería un mundo unido por este sentimiento y no separado por la ambición y odio que los consume, por que si bien es cierto que todos llevamos el amor dentro de nuestro ser, eso no quiere decir que todos actuemos y expresemos este sentimiento, muchas personas incluso olvidan lo que es amar, sin embargo, siempre el amor llega a nosotros de alguna u otra manera, viniendo de otra persona o de nosotros mismos renaciendo como un fénix entre cenizas, por que eso es lo que nos mueve en este maravilloso universo, en nuestra existencia, y es lo que nos llevará algún día a reencontrarnos con el verdadero propósito de la humanidad en esta distorsionada dimensión.