No creo que sea tanto pereza como eficiencia; sobre todo en medios informales.
La eficiencia les viene de una propiedad emergente que tienen: la combinación de dos o tres letras o signos son capaces de evocar una imagen. Y todos conocemos ese dicho de "Una imagen vale más que mil palabras".
Yo haría una adaptación de tal dicho a "Un emoticono vale más que cien palabras" (tampoco son tan potentes como una imagen; y muchos requieren explicación previa).
;-p