A mí se me comenzó a poner mi abundante y oscura cabellera de color gris, paulatinamente, con los años. Un buen día el peluquero le dijo a su aprendiz: Mira, así no coloques nunca el espejo al cliente para mostrarle el corte de pelo en la zona trasera del cuello. Yo instintivamente miré y observé, que se me había quedado transparente la zona de la coronilla. La Nada se va extendiendo ahora por mi frente hacía arriba y, el resto, se va tornando un gris cada vez mas blanco. En mi familia no hay ni un caso de calvicie prematura; aunque al final ya se sabe: Todos calvos.
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