De pequeña me gustaba mucho manejar bicicleta, en especial porque donde lo hacía no había peligro de trafico ni nada por el estilo, solo diversión. Me caí mil veces pero lo disfrutaba mucho.
Cuando crecí ya no me gustaba tanto, me cansaba, y no me gustaba la idea de andar por la vida cuidándome de los carros y sudando, de verdad no lo disfrutaba.
No hace mucho me regalaron una montañera 26, muy bonita y poderosa aunque no es de una marca conocida. Solo la usé una o dos veces, no más porque dónde vivía habían demasiadas subidas y las piernas no me daban.
Pero todo cambió cuando me fui de mi país natal a empezar una nueva vida. Antes de irme me recomendaron que la trajera conmigo y eso hice.
Al principio me costó acostumbrarme a los carros, duré semanas con dolor en las piernas hasta que agarré la condición física que necesitaba.
Ahora amo la bicicleta, es mi medio de transporte y de distracciones. Me sorprendo muchas veces de lo funcional que son cuando puedo llegar a lugares a donde no podría con un carro o una moto.
Es simplemente genial y honestamente me arrepiento de no haberlo intento antes.
Me gusto mucho tu post.
Gracias por su historia y complemento a este post; agradecemos su tiempo y apoyo,disfruta esta bella pasión!