Otra mañana en aquel tropico el coco con consciencia despierta abriendo suavemente sus ojos, y mientras se va desperezando, escanea como de costumbre a su alrededor a la expectativa de novedades que pudieran haber transcurrido durante la noche o que esten a punto de suceder.
Como no tenia la capacidad de moverse a voluntad como otros animales, consideraba la vida aburrida, ya que no tenia otra cosa que hacer mas que mirar y pensar sobre lo que veia, era todo lo que podia hacer con su existencia, al menos, hasta que le llegara su tragico final como a sus hermanos cocos. Por tanto, con estas ideas en mente, habia concluido que la existencia parecia oscilar entre los estados de dolor y aburrimiento. Después de todo, el dia que perecieron sus hermanos habia sido el dia mas "entretenido" hasta ahora que ha vivido y sintio muchas cosas ese dia pero no el aburrimiento.
Saliendo de sus elucubraciones, el coco esta vez puso su vista en un ser que se encontraba excavando aqui y allá en busca de algo, movia la arena y la tiraba violentamente a su alrededor, al pasar un rato se fue, al parecer no encontro lo que buscaba . Al marcharse el coco, vio algo que le llamo la atención, era otro como el pero este tenia una pequeña planta brotando de su interior.
¿Pero qué es esto..?
A partir de aquel dia, lo unico que comtemplaba y al despertar cada mañana era ese pequeño brote, era ahora junto a sus reflexiones sobre la vida, lo mas estimulante que tenia para hacer, podia ver como cada mañana la planta cambiaba, crecia y se habria paso hacia las alturas.
Al despertarse otra mañana mas, como parte de su nueva rutina, se disponia a echar una vista rapida hacia la planta cuando vio a un extraño animal parado sobre la arena que lo miraba fijamente, era extraño, ya habia visto muchos que se erigian en dos patas que venian y se iban volando.
Pero este era distinto, a parte de su gran tamaño, este no tenia plumas.
Continuara...