Cambiando
Iba cayendo en un abismo. Puedo ver claramente mi alrededor, destellos, luces que en su momento hacían giros veloces y formaban imágenes hermosas e increíbles, luego, como si el tiempo fuera más lento, podía ver todo con claridad. Aquellos destellos fueron cogiendo forma, pasando de un punto abstracto hasta llegar a tomar forma. La percepción que tenia de mi alrededor aumento, podía, inexplicablemente ver todo, desde las gotas de roció de aquella mañana caer en la montaña, sentía la humedad que provocaba un calor asfixiante que era tan sustancioso y sofocante a la vez, hasta los pequeños y grandes árboles retorcidos y andrajosos con lianas que colgaban y hacían juego con sus estrepitosas raíces que salían por la vertiente y libremente se movían al son del viento. Los arbustos solapados con rocas que descansaban en los límites de ese abismo, era como si hicieran juegos de parejas, donde estuviera una piedra, en ella, descansaba armoniosamente un arbusto.
Simplemente seguí cayendo a una velocidad que transcendía mi conocimiento, y no porque iba rápido, si no, porque increíblemente cada vez la velocidad era más lenta. Podía escuchar a lo lejos un grito acompañado de sollozos... se dé quien es, ¿cómo no saberlo?, solo con escuchar su voz se me eriza la piel.
-perdóname–dije- moviendo suavemente mis labios y haciendo que el viento tragara la existencia de aquel susurro efímero.
Con mis manos estiradas intentaba agarrar la luz que se colaba suavemente por aquellas ramas de los árboles que sobresalían por el borde, era hermosa la vista. El viento rozaba suavemente mi piel y hacía que mi vestimenta se moviera a su gusto.
Yo solo era un simple observador de lo que estaba pasando.
Siempre nos dicen que cuando estamos a punto de morir vemos nuestra vida pasar desde pequeños, las partes importantes, nuestros errores, los capítulos felices y tristes, los momentos que nos marcaron. Pero para mí, no fue así, yo solo…
-has venido –me dijo- era una voz que nunca había escuchado, era tan grave, que cada letra pronunciada hacia vibrar cada célula de mi cuerpo.
-sí -le respondí-.
-¿tienes miedo a la muerte?
Seguía cayendo, ya no podía ver nada, solo había oscuridad.
-la verdad, no tengo miedo a morir.
-¿A que le tienes miedo?
-Solamente tengo miedo a dejar solas a las personas importantes para mí, mi familia, mis amigos, ella… Siempre he pensado que los que quedan después de que alguien muere son los que en verdad sufren, uno simplemente muere, desaparece y ya, solo quedan recuerdos de lo que fuimos una vez. Tengo miedo por no poder decir lo pensaba en situaciones en las que podía, nos arrepentimos de no haber hecho lo que debíamos hacer cuando pudimos y no quiero que me vuelva a pasar.
Las palabras solo fluían de mi boca como el agua de un riachuelo en plena época de lluvia.
-¿de que te puedes arrepentir chico?
-de no llegar a formar parte de su mundo –dije seriamente-.
-¿sabes que al final te va a olvidar no? –Sentía que su voz estaba cada vez más cerca de mis oídos-.
-pero por lo menos podre decir que lo intente.
-espero que este mundo, no te cambie, y te quedes en el para siempre -risas-.
-no lo hará, ya lo veras.
-¿estas muy seguro no crees?
-todo se lo debo a ella
-¿a quién?
-A la mujer de la que me enamore. jure siempre dar lo mejor de mi, no me rendiré tan fácilmente.
-¿sabes lo que acabas de hacer, no?* vas a sufrir como no te imaginas, las pruebas de este mundo para los simples mortales como tu, corroen el alma, la oxidan, no puedes estar mas de 20 días aquí, si no, tu alma se romperá y dejaras de existir en este plano*.
-Sí, se lo que acabo de hacer.
-Posiblemente no la vuelvas a ver más nunca.
-se que eso puede pasar, pero si no hago esto, no tengo derecho a estar a su lado.
-Ese amor que te impulsa, espero que sea más fuerte que este mundo-risas-
-veremos.
-bueno, entonces, entremos la puerta esta delante de nosotros, sígueme chico. te estare observando en tu travesia por esta tierra de luz y oscuridad-piensa-
Esta historia, como todas tiene un comienzo, y este fue hace 6 meses cuando accidentalmente conocí en un pueblo rural, mientras hacia un viaje de mi universidad a Sudamérica. Ahí conocí por casualidad a una muchacha con el cabello desordenado, jean rotos y una blusa que decía “my mind is my soul”
Buenas a todos, este es el primer capitulo de una novela que estoy escribiendo. espero que les guste.
Estaré publicando nuevos capítulos próximamente, si tienen algún comentario que decirme háganlo por favor, saludos.