¿Pero qué pasa al regresar del viaje?
Naturalmente llegas a tu casa, donde con suerte te recibiran con abrazos, sonrisas y la infaltable pregunta en broma de "¿Qué me trajiste?". Deshaces las maletas y las vuelves a guardar en el armario. Subiras montones de fotos de paisajes hermosos a tus redes sociales, y tendrás muchas historias que contar: cuando casi pierdes tu vuelo, cuando no te entendieron en ese restaurante chino, cuando te confundieron con alguien famoso en la calle y te pidieron una foto... En fin, muchas anécdotas.
Y poco a poco, llegará la nostalgia. Volver a la rutina se siente pesado, incómodo. Recorres tu ciudad y te sientes extraño, que no encajas, como un extranjero en el lugar que llamas hogar. Empiezas a recordar los lugares que visitaste en tu viaje y sientes que es allí donde debes estar.
¿Por qué ocurre esto?
Mientras mayor sea la estadía fuera de casa, más a gusto te sentirás con la ciudad que visitas. Así que cuando llega la hora de partir, tus recuerdos se quedan estáticos, y es cuando comienzas a idealizar situaciones y detalles de tu viaje. Y naturalmente, comienzas a extrañar tanto el lugar donde estabas, que ya nada parece ni se siente igual.
La primera solución lógica sería volver al lugar que añoras, así que muchas personas ahorran y vuelven a viajar al destino que tanto los maravilló, para luego encontrarse que sus recuerdos no coinciden con la realidad que tienen ante sus ojos. Que la ciudad ha avanzado y se ha vuelto a reinventar sin ellos, y que ahora sienten que pertenecen "ni aquí, ni allá".
No todo está perdido
Aunque todo esto puede sonar muy desalentador, las ganas de viajar nunca se pierden. Y es justamente este síndrome el que "salva" a muchos trabajadores de oficinas a dejar ese empleo y dedicarse a viajar exclusivamente.
También es importante saber manejar las expectativas al volver a casa, y el lado positivo de sentirte en tu hogar. Comprender que una ciudad puede cambiar tanto como tú, y que es algo normal. Y mientras mejor lo aceptes, mejor lidiaras con el síndrome del viajero permanente.
Agradecimiento a pixabay por las imagenes.
Hola @atmoxphera, he leidontu ppst y tiene mucho sentido lo que comentas, sin embargo, todo depende del viaje que realices si es de placer o trabajo. Normalmente cuando es de trabajo terminas aburriendo el lugar, en cambio cuando es por turismo es como si viajaras a la isla de la fantasía. De seguro algunos hemos pasado por esto. Te felicito por tu post. Feliz dia.
Hola Sol, gracias por comentar. Tienes razón en esa diferencia, aunque me gusta pensar que de ambas formas estas viajando igual aunque sea por compromiso, saludos :D