Para los venezolanos que están fuera...
Recibí una llamada desde Perú de una amiga que tiene 10 meses de haber tomado la decisión de irse de Venezuela. Para nosotros lo venezolanos no es de desconocimiento esta realidad en donde muchos buscan otros destinos para probar suerte y mejorar su condición económica.
Me comentaba que le estaba hiendo muy bien, que tuvo la gran suerte de encontrarse con una señora que le había alquilado un anexo de 3 habitaciones en donde ella y sus dos hijos podían vivir cómodamente. La Señora es dueña de una zapatería y le dio trabajo y en pocos meses su relación fue muy buena hasta el punto de que ella ahora es encargada de la zapatería y goza de un excelente sueldo. Me dijo que la Señora se encariño mucho con sus hijos y en estos días de navidad le dio regalos y la invito a pasar noche buena con su familia, porque sabía que ella no tenía a nadie en Perú.
La felicite por sus logros en tan poco tiempo, pero me comentó que se sentía muy triste y que deseaba volver a Venezuela, que no todo era tan perfecto, en Perú hay muchos venezolanos deambulando por las calles o vendiendo café o periódicos, venezolanos profesionales, ingenieros, técnicos, licenciados.
Dijo que no se podía sentir feliz por su buena fortuna, por lo contrario, muy deprimida al ver ese panorama. Tenía un profundo dolor por los tantos venezolanos que están en una situación de calle. Me dijo que lo mejor que ella podía hacer era devolverse a Venezuela.
Le dije a mi amiga que porque iba a hacer eso, ella estaba bien con su trabajo, su vivienda y el colegio de los niños, además, su jefa estaba muy agradecida por su compañía. Pero ella insistía en volver a Venezuela, incluso ya había comprado el boletó de vuelta.
Le asevere, lo que te sucede es que la culpa no te deja disfrutar de las bendiciones que haz recibido, no toleras que te vaya bien, cuando a otros que están en igual circunstancias no están tan bien. No soportas la culpa y te sientes desleal a las personas que al igual que tú tuvieron que emigrar. Deseas volver para estar en igual condiciones que esas personas que me hablas y así lograr una empatía a tal punto que te conecte a sus desdichas y calamidades.
Vivir con la culpa es sinónimo de muerte.
No permitas que la culpa te robe la oportunidad de hacer cambios significativos con tu estilo de vida. Si decides irte lejos de tu país, ve con la fe y la esperanza de un mañana mejor para ti y no te amarres a lo que dejas atrás. Si te vas es para estar mejor y si lo logras no te sientas culpable y no permitas sabotearte en el disfrute de tu buena fortuna. Cuando emigramos de nuestro país lo hacemos para satisfacer nuestras necesidades, entonces
¿por qué sentirte culpable por haberlas alcanzado...?
Creo que casi ningún venezolano que se haya ido huyendo de la situación del país logra ser feliz del todo, siempre tiene su mente en Venezuela, en las noticias. Incluso se obsesionan más con el país. La causa es tu acertada respuesta, la culpa que sienten. No debe ser fácil lidiar con ese sentimiento cada día pero la decisión de irse se toma pisando fuerte y sin mirar atrás.
Para mi lo único que puedes hacer para aliviar esa culpa es ayudar lo más que puedan a sus compatriotas, ayudando a quienes están acá con el envío de medicamentos y comida y ayudando a quienes están allá con mejores propinas, oportunidades de trabajo, etc.
Saludos, me encantó tu post.
Acertada tu opinión. Gracias por comentar.
Lo que puede hacer, es retribuir un poco de "fortuna", es decir, puede donar para fundaciones, puede darle consejos a los venezolanos, entre otras cosas. Pero por el hecho de sentir culpa no debería regresarse al país, ya que allá según lo que cuenta esta mejor a como se fue.
Gracias por comentar. Saludo
I like your post, visit my post @aurazusanli
Hace un tiempo escribí sobre este fenómeno, yo lo llamo "justicia retorcida", es el sentimiento de culpa por tus propios logros al ver que a tu alrededor personas en situación menos afortunada. Lo peor es que no sólo lo siente quien se ve víctima de ello, sino también que las personas con la situación desfavorecedora sienten y proclaman que todo aquel que no tenga tantas carencias LE DEBE ALGO.
Si estás en un restaurante se te acerca gente a pedirte porque asumen que si tienes para pagar eso, también para mucho más y como tu si estás bien "DEBES" darles lo que te pidan cuando te lo pidan. Lamentablemente es la herencia de mayor peso que nos ha dejado esta situación, el resentimiento presente en quienes tienen muy poco hacia los que siguen luchando contra la corriente por vivir de la mejor forma que su bolsillo les permita, generando en éstos últimos culpa y vergüenza por vivir mejor.
Tienes razón no sabemos vivir con nuestros logros.