"No leas el libro. ¡Vive el libro!" Esta frase es genial y me encantó. Además, es un buen consejo. Cuando leemos y vivimos un libro, sobre todo los de ficción, esta práctica resulta muy enriquecedora y su huella en nosotros es imperecedera.
Vivir el libro es vivir múltiples experiencias, sentir muchas emociones, vivir muchas vidas. Cuando se vive un libro y llegamos a su final, sentimos el duelo de dejar ese mundo ficticio del cual nos apropiamos por días.
Gracias por esta excelente publicación, @nothus.