El valor o peso de las palabras influye mucho sobre todo ser vivo, esto va desde el tono que se use, hasta el momento o circustancia en el que la persona se exprese. Desde principios de la historia se conoce que han existido los tan llamados malos entendidos, en cuanto a comunicación se refiere estos en la mayoría de los casos por falta de prudencia.
La prudencia es una virtud, que pocos practican esto consiente e incluso inconscientemente. Algunas personas lo hacen porque ya han experimentado esa incomoda experiencia, otras por no entrar en discordia. Lo que muchos ignoran es que con un poco de prudencia se puede lograr todos los objetivos propuestos; es común ver en quienes practican esta virtud personas exitosas, además de ver el progreso interior que poseen esto debido a que la prudencia a su vez le conlleva a la realización de otras virtudes, y valores.
El valor de la prudencia es algo que no se forja a través de la apariencia, al contrario se debe trabajar desde el interior constantemente para que la misma se pueda reflejar,por ende es fundamental aprender a reflexionar y a conservar la calma en toda circunstancia. Esto para evitar malas opiniones derivadas de la precipitación, el mal humor , las emociones entre otras. La falta de prudencia siempre dejará consecuencias por lo general negativas en cualquier nivel bien sea personal o colectivo por tal motivo es importante saber que nuestras acciones siempre deben mantener el respeto hacia el otro ser humano.
Ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario la persona prudente ha errado en innumerables oportunidades sin embargo reconoce sus fallas y trabaja en ellas para evitarlas, ser prudente es: saber ratificar, pedir disculpas, y escuchar.
Siendo prudentes, logramos múltiples beneficios entre ellos:
Tener un trato justo y generoso con los demás.
Edificar una personalidad recia, segura, perseverante.
Generar confianza y estabilidad en quienes te rodean.
Ser un excelente guía en diversas situaciones
Ser reflexivo . Entre otras
En primer lugar reflexionando cada instante vivido.
Siendo inteligente, comprensivo.
buscando en cada desventaja, las ventajas para logra buenas decisiones.
Con humildad; asumir las fortalezas y debilidades que se poseen con persona.
Escuchando al entorno.
Con circunspección para confrontar las circunstancias.
Como conclusión ser prudente no es una virtud que se crea en un instante, es algo que requiere de tiempo y dedicación. Así mismo podemos notar que la prudencia nunca pasará por desapercibida al contrario siempre nos arrojará excelentes resultados, para lograr esto es bueno tener presente las situaciones que se han vivido a lo largo de la vida ya que la experiencia es sin lugar a duda un factor importante que permite tomar las mejores decisiones, siempre y cuando se reflexione en todo momento lo sucedido. Aprender es más que una opción.
las palabras pueden destruir o edificar.
exactamente