- Corre -le grito.
- No puedo más.
- Ya casi hemos llegado.
Giraron la esquina y se metieron en una casa. La noche y la escasa luz de la zona les permitió esconderse. Sin hacer ruido buscaron un sitio donde estar un rato, hasta que el ‘rastreador’ se marchara.
Hacia mucho que la paz había terminado y lo que fue un idilio que permitió a la raza humana evolucionar cientos de años en menos de una década, había terminado en la extinción, prácticamente de la raza humana.
Todo empezó hace ni se sabe, con el contacto de una raza de seres, fisiológicamente bastante similares a nosotros. Eran de normal, algo más altos de los dos metros, sus ojos eran amarillos y podían ver varios espectros de luz que nosotros no podríamos y tenían una fuerza diez veces superior a la nuestra. Los colores de sus cabellos eran diferentes, predominaba el gris, que evolucionaba en verde o azul en persona de edad avanzada. Algunos lo tenían anaranjado y otros entre rosa y violeta.
Fueron amables y nos ayudaron a recuperar los siglos perdidos por nuestra raza en absurdas batallas. Calcularon que nos llevaban unos 3.000 años de ventaja, pero en tan solo una década conseguimos actualizarnos y ponernos a su nivel. Eso supuso que todo el mundo tenia una labor, desde barrer en las industrias, hasta trabajos de precisión desarrollados por expertos formados. Nos volcamos en eso.
Construimos nuestra gran colonia, en Marte, en tan solo cuatro años. Cerca de 700 millones de humanos y como una decima parte de nuestros amigos de fuera, consiguieron desarrollar nueva atmosfera en marte y pasar del rojo al verde. Se consiguió crear un ecosistema completo con muy poco esfuerzo y maquinas que desarrollamos expresamente para esta tarea.
No fue el único hito, también colonizamos la Luna. Bueno, no creamos una colonia, creamos la zona industrial más grande jamás imaginada, con cientos de laboratorios donde se investigaba de todo y plantas de construcción y talleres para potentes naves especiales, que nos permitirían viajar muy lejos en tan solo un rato. La primera, se termino en seis años y fue la que empezó todos los problemas.
Sin darse cuenta nuestros amigos nos habían armado y provisto de material bélico para conquistar la galaxia y claro, nuestro ego puede más que nosotros. Las primeras misiones de reconocimiento a terceros planetas habitados fue como cabria esperar. Con algunos se contacto, debido a que estaban lo suficientemente avanzados, mientras que otros planetas estaban tan retrasados, que interactuar con ellos era un riesgo.
La cosa se fue de las manos en B-332-1-C, un planeta a tres días de viaje. La sociedad esta muy evolucionada, nos sacaban unos 500 años, con respecto a antes de toparnos con nuestros amigos. Se hicieron varias reuniones y fueron diplomáticos nuestros, que les llevaron grandes obras literarias de nuestro mundo e incluso música. Todo les gusto, pero insistieron que querían aprender por si solos las cosas, les costara más o menos, así que nos quedamos sin un nuevo aliado.
Un alto diplomático no quería rendirse, quería que entraran en razón. Las negativas fueron reiteradas y en una ocasión, incluso llego a proferir algunos improperios contra el máximo responsable del planeta. Fue el primer paso. Termino con sus huesos en una celda, por injurias al máximo responsable de su planeta. Parece una broma, pero la pena era estar en libertad en una zona llena de predadores y deberías soportarlo una semana, para volver a ser libre.
Se preparo un plan de asalto, para recuperar a nuestro diplomático preso. Las malas decisiones seguían y ahí se pondrían peor las cosas...