¿Alguna vez te has preguntado que pasa despues de dar dinero a quien lo pide?
¿Alguna vez te has preguntado que pasa despues de dar dinero a quien lo pide?
La lástima es el comercio del metro, despojado de orgullo carece de sentido cualquier tipo de pudor o mentira, lo único importante es alimentar el vicio que con los años te ha llevado a donde estas ahora, lastimando a una cantidad de personas que no consigues ni conseguirás recordar alguna vez, ya que todo lo importante para ti es alimentar el vicio al cual has hecho dependiente tu cuerpo. Hoy, roto y apaleado sigues de vagón en vagón contando una mentira lamentable esperando una moneda que alimentara tu próxima dosis.
La lástima es el comercio del metro, obligado a dejar tu orgullo por el piso, vas de vagón en vagón contando tu triste y lamentable historia, vas de vagón en vagón observando como las personas te miran, ves la duda, el desprecio, la altanería, el asco, la lastima y, muy pocas veces, la comprensión en sus ojos, en tu pasado orgulloso de tu propio orgullo, hoy, roto y apaleado sigues de vagón en vagón contando tu lamentable historia esperando una moneda para alimentar a tu hija.
La música también es el comercio del metro, niño de cuna media a quien nunca le faltó ni le sobro nada, aprendiste a tocar el instrumento al iniciar tu adolescencia para conseguir el placer “efímero” de estar con una mujer a quien le gusta más una persona que toca que la persona que toca, nunca falto ni sobro nada en tu cuna hecha del sudor de tus padres, sin embargo aquí estas, de vagón en vagón esperando la próxima moneda para invitar a la siguiente víctima de tus “encantos” a un hotel.
La música también es el comercio del metro, no recuerdas haber tenido ningún otro juguete distinto al cuatro que tu abuelo dejó al fallecer, no recuerdas más ganas de ninguna otra cosa que no fuese tocar y cantar la música de tu corazón, tampoco consigues recordar exactamente cuando murió tu padre, cuando tus melodías se volvieron tristes o cuando te volviste tan bueno como para que te pagaran por ello, solo consigues recordar tus diez años de edad, que debes seguir cantando por hambre en lugar de ganas y que debes ir de vagón en vagón unas horas más, esperando monedas para poder llevar un poco de pan a tu moribunda madre.
¿Sabes tú a ciencia cierta dónde pararan las monedas que das o no das? La verdad es que nunca lo sabrás, solo creerás saberlo, así que ¿Qué es lo que realmente importa? Tú y solo tú es quien importa porque esa pequeña decisión es la que te acompañará y te brindará la sensación de haber hecho el bien, esa decisión te dará paz.
Este relato nació de una día como cualquier otro en el que como cualquier otro observe y escuché a los llamado "pedigüeños" del metro y me pregunte ¿Que es lo que importa? Dime tú ¿Te ha pasado lo mismo?
Este relato nació de una día como cualquier otro en el que como cualquier otro observe y escuché a los llamado "pedigüeños" del metro y me pregunte ¿Que es lo que importa? Dime tú ¿Te ha pasado lo mismo?
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