A menudo nos encontramos con personas que quieren colocar espinas en nuestro camino, creemos que hicimos algo malo a este individuo y lo tomamos personal, pero a veces son las personas tóxicas de nuestro entorno las que buscan hacernos sentir mal sin haberlos “provocado” previamente. No podemos cambiar a los demás pero si podemos elegir nuestra forma de actuar, podemos evitarlos o enfrentarlos.
Cuando las personas tóxicas no son parte de nuestro círculo social o familiar podemos evitarlas y asunto arreglado pero cuando es alguien cercano quien nos quiere contagiar su negatividad, su mala vibra y siempre arruina el momento debemos buscar la forma de lidiar con el problema. La gente tóxica disfruta impactar de forma negativa en los demás creando conflictos y estrés innecesarios que son pésimos para la salud.
Según John Mark Green: “Las personas tóxicas se adhieren como bloques de hormigón atados a sus tobillos, y luego invitan a nadar en sus aguas envenenadas”.
El estrés destruye las neuronas, así que pasar mucho tiempo con alguien tóxico que solo procura tu malestar es nocivo para tu bienestar, es triste que el comportamiento de este tipo de personas se debe a problemas y sentimientos mal canalizados pero no es tu responsabilidad lidiar con la mala vibra de los demás.
Debes saber aplicar la inteligencia emocional para enfrentarte a una persona tóxica sin caer en su juego, ya que utilizará todas las estrategias que conozca para desequilibrarte.
El escritor y autor del libro “Gente tóxica” Bernardo Stamateas aconseja: “Desprecia la opinión de la gente tóxica, sé libre de los críticos y serás libre de cada una de sus palabras y de sus acciones. No idealices. No esperes nada de nadie”.