

Me siento perseguida, en peligro, tengo que huir. Empiezo a correr por las calles, en donde logro reconocer siluetas humanas que pasan por mi lado sin notarme, hasta llegar a un sitio que me transmite paz, seguridad. Hay un puente, una fila de carros que parece interminable y un árbol. Parada bajo el árbol y detrás de un pequeño carro azul, por fin me siento a salvo, hasta que de un momento a otro, cae una pequeña piedra sobre el mismo, destrozándolo por completo y así uno por uno, se va repitiendo esto con cada uno de los carros que se encuentran alineados en la fila.
Intrigada, voy caminando a investigar de dónde están cayendo aquellas piedras, eran luminosas, como si se tratase de una luciérnaga, pero estas eran capaces de destruir con solo un toque donde tuvieran la desgracia de caer. El rastro me lleva a una niña rubia, más pequeña que yo, su rostro me es tan familiar que podría retratarlo de memoria, tiene un vestido morado y lleva una cesta llena de piedras colgada en el brazo. La observo por un rato, y puedo sentir la maldad en sus ojos, en su sonrisa. Saco una piedra de la cesta, sin pronunciar una palabra, levanta la mano para lanzármela, y sé que su intención es asesinarme. Algo la detiene, como si brazos invisibles sostuvieran el suyo impidiéndole cumplir su misión, y una voz autoritaria da una orden:
"Aún no"
Siempre todo terminaba aquí; cuando daba la vuelta para huir del terror que me causaba aquella escena, despertaba en mi cama, en mi cuerpo material, lejos de cualquier peligro: Revivía.
Para la última noche que pasó esto, hubo una pequeña variación en el final: conocí el final. Algo me detuvo antes de huir, una fuerza me dijo que me enfrentara a ella, como quien camina hacia la luz al final del túnel. La niña procedió, lanzó la piedra, pero ésta no me hizo ningún daño, pasó a través de mí sin que pudiese siquiera sentirlo, me quedé asombrada, tratando de explicarme lo que había pasado. Pocos segundos después, exclamó:
"¡Ya eres parte de este mundo!"
...y su sonrisa tornose dulce y comprensiva, luego desapareció.
Nunca pude volver a mi cuerpo, pero de vez en cuando paso por mi casa, donde dicen que morí de un paro respiratorio que me venía asechando desde que nací.
Redacción: MarQueen
Ella deseaba que lo compartiera con ustedes, espera próximamente tener su cuenta en steemit. Saludos!
Waoo, que bien, bastante interesante...te felicito.
Gracias @luces por leer y por tu comentario, que bien que te gustó. Saludos!
Lo leí y lo volví a leer, de verdad que me llama mucho la atención. Felicidades!
Gracias @kantos por leerlo, la escritora esta muy contenta de que esta historia haya gustado.