Uno de los versículos más conocidos, utilizados y, me permito el abuso, trillados, de las santas escrituras es sin duda el registrado por el apóstol Pablo en su carta a los filipenses, en el capítulo 4 verso 13. El apóstol en medio de sus tribulaciones aprendió a contentarse con lo que tenía a su mano, aprendió a vivir con mucho y con poco, a gozarse en los momentos buenos y malos, a confiar plenamente en Jesús a pesar del aguijón en su carne, porque entendió que la gracia de Cristo era suficiente para que el poder del Señor se perfeccionista en El. Pero, ¿es acaso este versículo una excusa para que hagamos las cosas que nos gusten o necesitemos, sólo porque 'todo lo puedo'?
Es importante leer las escrituras en el contexto completo de los hechos narrados, y de la intención del autor al escribir. La escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, redarguir, corregir e instruir (2da Timoteo 3:16). Esta escritura realizada por el apóstol tiene un contexto en el cual El había aceptado que su gozo estaba únicamente en servirle al Señor, y que las demás cosas eran añadidura porque El buscaba el reino de Dios y su justicia. Sin embargo el mismo apóstol nos dice que todo nos es lícito más no todo nos conviene.
Todo lo puedo en Cristo, pero todo lo que sea útil para mi necesaria edificacion, para el crecimiento del poder y la gracia de Cristo en mi vida, y para ser usado por el Señor de la manera correcta. Todo lo puedo en Cristo, para glorificar el nombre de Dios, todo lo puedo en Cristo, para cumplir sus propósitos y no los míos, todo lo puedo en Cristo, que nos escogió antes de la fundación del mundo, y preparó buenas obras para que andemos en ellas.
Todo lo puedo en Cristo, negandome a mi mismo, tomando mi cruz y siguiéndole.
Bendiciones