Un cuento sobre la ciudad y sus tragedias

in #spanish7 years ago (edited)
Me gusta escribir sobre la ciudad. Retratar sus virtudes y defectos como espacio me parece fascinante ya que en las urbes se junta lo mejor y peor de los seres humanos.  Este es un cuento que escribí apenas ayer y que trata sobre una tragedia citadina. 


La otra parada


 Voy en un autobús, otra vez en un autobús, hacia el centro ciudad. Son las 5:30 p.m. de un viernes en el que ha llovido toda la tarde. A mi alrededor las personas están en piloto automático, algunas conversan en voz baja, pero la mayoría solo ve por la ventana el paso de las calles grises. Supongo que todos los pasajeros solo queremos llegar a nuestras casas y descansar en ese refugio post apocalíptico que es el fin de semana. El chofer enciende la radio, hay cadena de radio y televisión y se escucha brevemente al presidente hablar sobre las juntas comunales que están por todo el país. El chofer quita la radio y pone a reproducir un cd de salsa. 


Fotografía de Alberto Rojas. Fuente.


El autobús llega al centro. La mayoría de los pasajeros bajamos y nos dirigimos a la siguiente parada para tomar otro transporte que nos llevará hacia los barrios más lejanos. En ella nos recibe una multitud de personas que esperan por irse, los autobuses no llegan y en el ambiente se siente la impaciencia colectiva.


-Llevo acá más de una hora y nada- me dice una señora gorda y bastante enojada. Sin embargo, tras terminar su explicación, la misma señora se exalta y grita- ¡Mira, allá viene uno!


En efecto, un autobús se aproxima a la parada y a medida que se va acercando podemos ver que se encuentra completamente vacío. Lo civilizado sería organizar una fila y, por orden de llegada, ir subiendo poco a poco a la unidad. Pero esto no pasa. En el momento en que el autobús se detiene, la gente se abalanza sobre el transporte y a la fuerza empiezan a subir como pueden. Yo logro hacerlo gracias a la suerte de ser un muchacho flacucho y rápido que se cuela por un espacio mínimo. Me siento en un puesto al lado de una ventana y veo el espectáculo caótico que siguen llevando a cabo las personas intentando subir en la unidad.


En cuestión de segundos el autobús está repleto, todos los puestos ocupados y en el pasillo las personas muy juntas unas de otras. Afuera aún hay personas luchando por entrar. Es entonces cuando, entre la gente que revolotea como un panal de abejas, se escucha un grito de dolor que desgarra la tarde. La voz ha sido de un hombre pero las demás personas no se detienen a preguntarse qué ha pasado. De hecho, continúan buscando subir sin importarles quién ha gritado ni por qué. En ese momento llegan dos luces desde atrás de nuestro vehículo, al girarme veo cómo un segundo autobús vacío va llegando. Las personas que no han logrado al primero salen corriendo por un lugar en el segundo.


Al retirarse la multitud, el chofer decide arrancar. Cuando el autobús está avanzando, giro por última vez la cabeza y veo la fuente del grito de hace un momento. Se trata de un hombre que se encuentra acostado en la acera gimiendo por una puñalada que le han dado dentro de la multitud. La herida es en la barriga y chorrea una fuente escarlata. El vehículo arranca y con esa imagen de horror iniciamos el camino a casa.


Al día siguiente, el sábado en la mañana, busco la noticia en los periódicos locales y no encuentro nada. Ningún titular anunciando: “Hombre herido al intentar subir a un autobús”; o algo así. Intuyo que, entre tantas noticias trágicas en una ciudad trágica llena de personas trágicas, los diarios ya no tienen espacio para una noticia más, pues esta tampoco sale el domingo y llego a cuestionarme la relevancia periodística que podría tener un suceso como aquel. Tras reflexionar pienso que por supuesto que es importante, que seguramente es un error que no haya salido en la prensa.


El lunes en la mañana vuelvo a subir a un autobús y me dirijo al centro nuevamente. A pesar de que no es necesario que pase por el sitio de lo ocurrido la noche del viernes, quiero hacerlo, quizás pueda preguntar a los vendedores de empandas de las cercanías si saben algo al respecto. Pero no es necesario preguntar nada. Al llegar reivindico cuán grande es la tragedia que nos cubre a todos. En el sitio en donde lo había visto antes, aún se encuentra el cuerpo del hombre apuñalado. Siento ganas de llorar y de vomitar al mismo tiempo. A pesar de que está a plena vista en una avenida concurrida, los transeúntes pasan junto a la víctima sin reparar si quiera en que un cuerpo sin vida está tirado en el suelo. 

  

Solo las palomas se acercan, picotean el cadáver y se quedan sobre él un rato. Y yo, petrificado por la escena, no encuentro bondad en mí como para hacer algo distinto a los demás. Doy media vuelta y me voy caminando lentamente. Como si nada hubiese pasado, o quizás, intuyendo que algo sí pasó, que yo también estoy igual de muerto y mi humanidad se quedó atrás, muy lejos, en otra parada de autobús.  


***

Acabas de leer un cuento completamente original y que aún no está publicado en ninguna otra plataforma.  Como siempre es un placer tenerte por mi blog, no dejes de votar, comentar y darme tu opinión sobre lo que has leído.  




Sort:  

Amé tu cuento. Si que deja reflexionando sobre las cosas que vivimos día a día y de las muchas que pasamos por alto. Creo que más gente debería leerlo. Un saludo <3

Hola, muchas gracias por tan bonito comentario @blablaajam, es un placer que te haya gustado. No sabes cuánto me llenan tus palabras. Un abrazo.

Es crudo y (lamentablemente) muy realista.
Te felicito por tus sentimientos.

Gracias por leer @helyorsini Un abrazo.

Hermoso !para la reflexion, bien escrito, con una particular originalidad, me gusta

Fuente

¡Hola @cafeyarepas! Un cuento que no es tan cuento. Te comento que tu escrito me invitó a reflexionar sobre nuestra realidad venezoalna, la perspectiva, indolencia, surrealismo y realismo mágino que se construye a nuestro alrededor en torno a lo social. Como podemos llegar a ser ese ser inamovible, impacible ante la desgracia de un país hecho hombre en tu cuento, que podría o puede estar muriendo sin ser visto, a pesar de lo evidente que es. Sin embargo, gracias a este espacio, Steemit, y la buena voluntad de muchos venezolanos en distos espacios de trabajo y creación, con otra visión de país, podremos cambiar nuestra realidad. Por eso estamos trabajando. Saludos y todo lo bueno.

Dimitar Correa Voutchkova


Holaa @dimitarcv, ¡pero qué gran comentario me has dejado! Gracias por tomarte el tiempo de leer y analizar el cuento. Tienes toda la razón, juntos podremos cambiar a nuestro país. Te envío un abrazo y será genial leerte a ti también.
PD: el diseño de tus comentarios está increíble ;)

@cafeyarepas siempre es un gusto revisar posts de calidad que aportan a la comunidad; @cervantes sabe a quien recomendar y seguir. Te dejo el post de otro colega de Steemit y talento cosechado en esta tierra para que aproveches sus plantillas; me comentó que va a publicar otro post con más plantillas: https://steemit.com/spanish/@elguarodigital/plantillas-html-para-tus-post. Por ahora estoy publicando una serie de fotografías dedicadas a un viaje que hice por mi tierra natal, Bulgaria, titulado "Reminiscencias de Bulgaria". Además de las fotos hablo un poco del país, su historia, cultura y otras curiosidades para aportar al contenido visual. Ya he publicado sobre trajes títpicos, flores y arquitectura. Cuando puedas pasa y vista los posts para que conozcas esta tierra. de los balcanes. Otro abrazo de vuelta y todo lo bueno. Te sigo leyendo.

Wow, por supuesto que me pasaré por tus publicaciones @dimitarcv ¡seguro están geniales! Qué bueno encontrar gente como tú ;)

Una crónica literaria muy bien escrita, @cafeyarepas. Pero lo que escribes, aunque fuerte y crudo, es nuestra realidad. Vamos como en automático. Los venezolanos vivimos un error de vida, una tragedia y sentimos que los brazos los tenemos rotos, las piernas paralizadas y el pecho vacío. Gracias por compartir. Ya sé que te puedo leer

Gracias a ti por leer @nancybriti, me alegra que te haya servido como reflexión el cuento. Un abrazo.

Demasiado bueno hermano, me identifico completamente con esto. Tienes un nuevo seguidor @cafeyarepas

Tú también tienes un nuevo seguidor @miguelo ;)

¡Me encantan tus relatos! @blablajam siempre nos recomienda leerlos. Son fascinantes. Me gusta como tratas la indiferencia humana, fuiste directo. ¡Me gustó mucho!

Ese café y arepas es muy "hola, Venezuela/Colombia". Me pareces maravilloso, un ejemplo a seguir en escritura. Si lo deseas puedes unirte a nuestra comunidad en discord. Esto no es publicidad, en serio. Es que escribes muy bien JAJAJA.

Besos y abrazos.

Hola, querida @sophigeek. Muchas gracias por tu comentario, de verdad eres muy amable. ¡También gracias por la invitación! Ya me uní a su comunidad en discord y me parece genial, se ve a simple vista que se enfocan principalmente en apoyar a la comunidad y eso me agrada mucho. Es un placer que me hayan tomado en cuenta.
PD: Gracias por decir que escribo bien, es un gran halago jaja <3