Se blanden, exhiben y hasta usan por doquier armas fuertes, poderosas, humillantes y hasta venenosas. Apenas rozan y causan laceraciones de difícil curación. Todo por una justicia que por esa vía no se consigue o por reivindicaciones cuyo costo empaña cualquier beneficio.
Los que antes fueron humillados - porque lo fueron – ahora creen beber un elíxir que nunca curará.
Hay la falsa pretensión de creer que solo nuestro objetivo tiene poder o razón de ser.
Te atribuyen una gruesa equivocación cuyas causas apenas si se esbozan.
No tengo sentido de la prioridad y tú tampoco lo tienes.
Juzgas el derecho de posesión que tienen sobre el tiempo y las cosas, a través de la visión que tú tienes del derecho de posesión sobre el tiempo y las cosas.
El exilio es en alguna forma una pequeña porción de muerte. Y tú que desconoces el exilio te apuntalas en una forma de muerte que ignoras.
Muchas palabras empiezan ya a pesar.
El silencio y la soledad te dejarán pensar. Y entonces hallarás el inicio del camino al que parecía que habías renunciado.
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