Autodefinirse debería ser una tarea fácil para quien de pronto pasa por la vida sin saber que está transitando por ella, es por esto que de pronto este primer texto pudiera resultarme (no solo a mí, sino a cualquiera que procure expresarse de sí mismo) como una tarea no muy fácil. Claro, resulta un esfuerzo tal vez “sencillo” si agrupas palabras para transmitir una imagen falsa ajustada a parámetros estéticos o qué sé yo, pero hacer una introspección de quien es uno resulta una trabajo profundo, delicado y honesto.
De ninguna manera comenzaré diciendo oraciones cargadas de palabras sin sentido como “Nací en tal parte, me gusta comer esto y beber aquello” ¡No!, más si quisiera disculparme si de alguna manera parezco algo engreído al expresarme con Uds. pero y, recordando a mi abuelita linda, “las cosas son como son y sino no son”.
Tengo la edad suficiente para poder hablar por mi (oh, qué barbaridad pues pareciera que la mayoría puede hacerlo sin obstáculos) de mis cosas y circunstancias. He vivido no lo suficiente pero si lo necesario para transmitir elementos esenciales y, al decir la palabra “esencial” recuerdo automáticamente a Antoine de Saint-Exupéry autor de “El principito”: “…sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.
He amado, odiado, perdonado reído y hecho reír. Me han amado, ofendido, traicionado, olvidado. He huido y emboscado. Miro más allá de las formas y colores. Escucho cada trinar de pájaros, cada nota discordante la detecto de inmediato. Melodías perfectas de instrumentos o voces que generan en mi verdadera devoción. Siento como cada gota de rocío, cada rayo de sol o como la brisa suave que se cuela entre los arboles hace experimentar aquella olvidada y menospreciada paz que muchos buscan pero que nadie sabe hallar. Soy fiel a mí, a mis convicciones y principios pese a haber sido cobarde y traidor. Soy en síntesis mejor persona que ayer pues estoy erguido sobre mis errores, aquellos que te sirven de cimiento cuando los internalizas, cuando aceptar y reconoces y peor que mañana porque sé que el camino para aprender y corregir es largo, tormentoso y exquisito. Aquí estoy, presto para mí, para dar rienda suelta a las palabras escritas que espero tornen en delicadas tramas llenas de pasión por la lectura.
Cuenten conmigo, como un humilde lector – relator, sencillo y profundo ser humano que se place del contacto con Uds. y de ese maravilloso mundo en el que me inicio ahora y que encuentro plagado de seres individualmente mágicos, diferentes y virtuosos.
Alejandro Díaz.
Caraqueño, Venezolano empedernido.
De las mejores formas de presentarse que he leido en steemit!
Saludos, se que tendras exito
Att:@pedrovillegas96
Caramba, creo no ser merecedor de tal halago sin embargo muchísimas gracias por tus gentiles palabras.