El futuro es algo que nos preocupa a todos, y el futuro de Europa nos afecta a todos. Lo que sigue es una opinión muy personal. Es mi visión particular de la Unión Europea. No sé que opináis vosotros, pero aquí os dejo mi punto de vista.
El nacimiento de la Unión Europea se vivió como una borrachera de optimismo ante lo que se preveía que habría de ser una especie de paraíso en el que los europeos podrían vivir en paz y prosperidad y que habría de ser referencia mundial de democracia, libertad, progreso y prosperidad. Los países que formaban parte de esa unión se sentían privilegiados y los que estaban fuera querían unirse a ella con todas sus fuerzas. Era esta una unión económica que buscaba generar un espacio de prosperidad para los ciudadanos y las empresas. Todo parecía posible en aquellos momentos.
Pero lo que comenzó como un sueño se ha convertido en una pesadilla, especialmente para los ciudadanos. Y más en concreto, para los ciudadanos del sur de Europa. La prosperidad se ha instalado, sin duda, en los países del norte de Europa, muy especialmente en Alemania. Mientras, los países del sur luchan por mantener el paso y cumplir con el pago de sus obligaciones de deuda. Mientras el norte se financia sin apenas esfuerzos el sur debe pagar por su deuda unos intereses desproporcionados, que no tienen nada que ver ni con su realidad económica y social.
No es que yo esté en contra de Europa, antes al contrario, soy decididamente partidario Europa; pero cuando se pasó del Mercado Común a la Unión política y aduanera se dio un paso en la dirección errónea. La Unión Europea es un proyecto fallido, el espacio Schengen limita la soberanía de los estados miembros ajustando las políticas de inmigración a los intereses de unos pocos y el Euro fue su sentencia de muerte. Éste, se hizo a imagen y semejanza del Marco alemán y de los intereses económicos de la gigantesca economía germana. En consecuencia, este proyecto hoy por hoy está beneficiando casi exclusivamente a Alemania y ha provocado una gran inestabilidad económica en el sur de Europa, que no puede defenderse con una política monetaria adecuada a sus necesidades.
El divorcio entre los burócratas bruselenses y los ciudadanos europeos es cada vez más evidente y la brecha amenaza con hacerse insalvable. De momento parece haberse conjurado el peligro de los populistas anti-europeístas, pero eso es sólo un espejismo. Si el Reino Unido realiza una transición exitosa hacia su etapa fuera de la Unión Europea estoy seguro de que aparecerán nuevos líderes en la Europa Continental que querrán seguir los pasos del Reino Unido. La clave será que esos líderes no están relacionados con tendencias xenófobas o racistas. La defensa del interés nacional no puede basarse en el odio al vecino o al extranjero. Por otra parte, la Unión Europea no parece que vaya a ser capaz de dar una imagen real de cercanía a los ciudadanos. Una imagen de respeto a la soberanía nacional de los Estados y a las distintas idiosincrasias nacionales a las cuales quiere subsumir destruyéndolas, para crear un tipo de ciudadano totalmente ajeno a las características del ciudadano del sur de Europa.
Habrá quien diga que hemos recibido beneficios de nuestra pertenencia a la UE. Y yo no lo dudo, como dije antes no todo es negativo. Pero también perjuicios, como el desmantelamiento de todo nuestro sistema productivo: industrial, agrícola y pesquero, la aceptación de convertir a España en el geriátrico de los jubilados del norte de Europa, o incluso en su prostíbulo, zona de recreo y patio trasero. Nuestros políticos practican un seguidismo servil y acrítico de las decisiones de las autoridades de la Unión, sin preguntarse si benefician o no a nuestro país. Es hora de que tengamos políticos valientes que se levanten y planten cara a los grupos de poder que desde bambalinas dirigen y rigen nuestros destinos e intentan convertirnos en ciudadanos sumisos e ignorantes, burros de carga. Es hora de que alguien se levante y diga, como Escipión: Europa delenda est!
Muy interesante!
Bienvenido a Steemit! :D
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