¡Hola amigos!
Retomando la última parte de mi post anterior, el día de hoy quiero contarles mi experiencia trabajando en Gamarra.
Si alguno ustedes amigos, vive o ha vivido en Perú, sin duda conocen o han escuchado del Emporio Comercial Gamarra, y no por nada lleva ese nombre, con mas de 50 años de vida, y siendo nido del comercio informal, puedes encontrar literalmente casi todo.
Por supuesto yo no tenia ni idea de esto en el momento en el que acepte el trabajo, ni siquiera lo pensé, estaba desesperada, pues no tenia dinero, y no me importaba, mientras fuera un trabajo honesto, podría soportarlo, y lo hice, pero no fue nada fácil.
Hasta que se regularizó mi horario, comencé a trabajar de 8:00 AM a 7:00 PM, algo mas o menos aceptable por acá, aunque normalmente salia de 7:30 PM a 8:00 PM.
Los primeros días todo era un caos, se aperturó un nuevo restaurante, debido a eso mi nuevo horario, y dentro nos dejaron a 10 empleados: 5 venezolanos, 5 peruanos, 1 encargado y jefe de cocina. Sin instrucciones, sin organización, sin experiencia, nada salia bien.
Debido a esto muchos paisanos fueron despedidos, llegaban y se iban, no soportaban los gritos de los jefes, ni la presión del salón, y sinceramente no se como lo soporte, con 20 añitos, logre lo que muchos no pudieron, encontré apoyo en los últimos sobrevivientes, y al pasar del tiempo, me gane el cariño del mas gruñón.
El primer mes no fue nada fácil, pues tenia que aprender el oficio ajuro, la remuneración no era nada mala, y me acostumbre.
Llego Diciembre, llego la campaña, llego la locura, ya les comente que Gamarra es un emporio comercial, el mas grande nicho textil en Perú, obviamente, todos se iban a comprar hasta allá, a cualquier hora, en todas partes, había gente, comprando lo que sea, el consumismo mas grande que pude experimentar, y con la comida era peor, todos querían comer "al toque", nos gritaban los clientes, nos gritaban nuestros compañeros, nos gritaban todos, fue un ambiente hostil.
Ademas, luego de culminar la jornada, al rededor de las 8:00 PM, nos veíamos obligados a colaborar en el otro restaurante del dueño, el cual trabajaba mas o menos hasta la 1:00 AM ó 2:00 AM, para luego levantarnos a las 9:00 AM, a seguir trabajando y sin ni un día de descanso.
4 semanas, 7 días a la semana, más de 12 horas al día, un total locura.
Era demasiada gente, llegue a sentir odio por todos, un poco mas, y probablemente hubiera desistido, por suerte, termino en el momento preciso, y me permitió abrirme a nuevas oportunidades.