Independientemente de la posición política a la cual se pertenezca, es innegable que en Venezuela todos por igual vivimos la tensión política, social y económica actual y de ello no se escapan los niños.
Los preescolares nacieron en un país en crisis, no ven con asombro ni extrañeza las colas, el desabastecimiento, el racionamiento en algunos alimentos, la suspensión de vacaciones y salidas al cine; no es el mismo caso de escolares, púberes y adolescente quienes, no sólo nacieron en crisis sino que les ha tocado ver como se profundiza, han visto como la situación económica les ha restringido desde la adquisición de tecnología, vacaciones, recreación y disfrute de fines de semana, hasta ropa nueva, cuadernos para la escuela así como meriendas y chucherías preferidas agregando el deterioro de los servicios público (falta de agua y apagones). Aunado a esto han visto como algún familiar o amigo cercano se ha ido del país o en el peor de los casos ha muerto a manos de la inseguridad lo que ha ubicado a niños y adolescentes como testigos de altos grados de violencia y desesperación.
Como padres, maestros, terapeutas e incluso como adultos, tenemos el deber de darles una explicación a nuestros niños de lo que está ocurriendo y protegerlos tanto como podamos del contexto que les ha tocado vivir.
Tarea nada fácil, es por ello que me he dedicado a revisar sobre el tema para entregarles a ustedes ciertos lineamientos para forjar un acercamiento a niños y adolescentes.
Empieza con reconocerlo como una persona que también vive la crisis y :
1.- Acércate: míralo, tócalo, abrázalo, date un tiempo y crea un espacio para estar a solas con él, animalo a que hable sobre lo que siente con respecto a las carencias económicas, la ausencia de familiares o amigos, la inseguridad, las manifestaciones o solo como se siente sobre el cambio que ha tenido su vida en los últimos años.
2.- Déjalo hablar: que exprese todo lo que siente sobre la situación, enfocándose en sus emociones y sentimientos; no lo interrumpas, préstale atención, dale un espacio para que pueda sentir, hazle saber que tú estás allí, qué te importa lo que siente; para ello debes dejar a un lado tus propios conflictos por un momento, no olvides que ese niño depende de ti y verte sufrir lo hace sufrir a él. Dile que lo entiendes, que lo amas y lo protegerás. Recuerda que la principal fuente de seguridad y de confianza de un niño son sus padres, y si están inseguros y temerosos, esto les acabará afectando.
3.- Un momento para pensar: ahora hay que orientarlo para que piense, que le dé sentido a lo que esté sintiendo a través de la palabra, pregúntale: ¿por qué crees que está pasando esto? ¿qué crees que te pasará a tí? ¿qué has pensado o imaginado nos pasará a nosotros o a las personas que amas? ¿cómo imaginas tu futuro?. Por un momento escúchalo, aparecerán sus miedos, puede sorprenderte desde su apego a la realidad como su distorsión. No te irrites ni te aflijas si tú eres parte de sus angustias. Una vez que sepas sus miedos convertidos en palabra, trata de despojarte de tus ideas y aférrate al sentido común para darle mayor seguridad. Explica, sin desafueros emocionales de por medio, tus acciones pasadas y presentes, si el niño las ha cuestionado o son fuente de sus angustias. Y sobretodo mantén la calma y hazle saber que tu lo protegerás y te protegerás.
4.- Manteniendo la “normalidad” como referente:
Cuando el tema es económico es importante que se le explique al niño que la situación económica actual no es lo habitual, que se trata de una crisis por la cual otros países han pasado y la han podido superar, esto sin crearle falsas expectativas con relación al tiempo que tardará superarla, pero servirá para ganar fortaleza, esperanza y seguridad en el niño que permitirá crear junto con él vías de ajuste económico familiar sin que él se sienta agobiado. En ningún momento, ni en época de crisis ni de bonanza, se debe asociar el ocio y el tiempo libre al dinero y el gasto.
En cuanto al conflicto social es conveniente hacerles saber que “Los conflictos son inherentes a las relaciones humanas y se producen cuando existen diferencias de opinión, creencias, modos de resolver situaciones o cualquier otra discrepancia, frente a las cuales las personas involucradas no logran llegar a un consenso, un acuerdo o modo común de enfrentar una situación”. El paso hacia la violencia no es lo acostumbrado, pero que a pesar de la violencia, no dude se siguen buscando salidas pacíficas al conflicto.Intente no señalar un culpable a la situación, eso tiene que ver más con sus necesidades de encontrar un culpable que con las del niño de sentirse seguro.
Recuerda que no se trata de engañarles o de ocultarles la realidad, pero sí de no hacerles partícipes de lo que no les corresponde por su edad.
5.- Planes y contingencias familiares:
Una vez que el niño se sienta seguro dentro de su contexto, invítalo a que te acompañe a crear planes de ahorro familiar, de esa forma él estará al tanto de la capacidad económica de su entorno familiar y cómo puede cooperar en la disminución de gastos, trata de plantearlo como un juego de metas a superar (tipo juego de video) y piensa en algo que puedas usar como celebración en el momento en el que se alcance la meta; esto enseñará al niño a: tolerar la frustración, tolerar la espera y controlar sus impulsos.
En lo referente a la inseguridad, construye con él fórmulas para evitar peligros en la calle, sobretodo con púberes y adolescentes, cosas como no sacar teléfono celular en la calle, transitar preferiblemente en grupo, mantenerse en zonas conocidas, etc…
En cuanto al conflicto político social, es relevante que los padres evalúen la dinámica dentro de sus propias posiciones políticas:
1.- Si está muy sumergido en la información que les llega por internet.
2.- Si mantiene radio, Tv u otras medios de comunicación prendidos constantemente emitiendo información sobre temas políticos que también escuchan sus niños.
3.- Si habla constantemente del tema político frente a sus niños.
4.- Si comparte información u opinión política en las redes sociales que le llega a sus hijos
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Debe proteger su salud mental y tomar distancia. Retírese un poco, como en un cuadro impresionista: mientras más tome distancia mejor percibirá el detalle. Ya un poco distante, nunca descanse en trabajar con sus niños la tolerancia, es indispensable para que cada niño construya, a futuro, una visión respetuosa sobre la diferencia con el Otro.
Recuerde, son el futuro, no los salpicamos con nuestra historia.
Articulo originalmente publicado en mi blog http://psiquiatrizando.blogspot.com/2017/04/un-tiempo-y-una-mirada-para-los-ninos-y.html.