Salia a jugar temprano en la granja con sus amigas las pollitas que eran más grandes que ella y se sentía un poco triste porque no podía saltar tan alto como sus amigas.
Tenia mucha impaciencia por crecer y ser muy audaz como las demás pollitas. Quería ser más grande, para que mamá gallina la dejara salir a caminar y a bañarse en la laguna con las demás pollitas y no podía, porque a su mamá le daba miedo que saliera, pensaba que no era capaz de defenderse si no estaba a su lado.
En esos momentos Juanita se sentía triste, decía que nunca podía llegar a ser como sus amigas que eran más grande, pensaba que puede hacer una diminuta pollita en el mundo que por ser tan pequeña no podía trepar los árboles como las demás.
Siempre veía a sus amigas que eran más grandes que ella, se trepaban en los arboles sin dificultad y eso la entristecía.
Luego se quedo un rato en silencio, a lo lejos escucho un Kikirikeo pero no veía a nadie, después de largo rato siente que se acerca un gallo viejo y tuerto, se acerco a ella para ver si la podía hacer sonreír y quitarle la tristeza que tenia, y la invito a dar un paseo por la granja.
El gallo le pregunta ¿por qué estas triste hermosa pollita? ella le contesta afligida es que soy una pollita muy pequeña y mis amigas ya casi pasan a ser gallinas. Con lagrimas en los ojos decía siento que nunca creceré. El gallo viejo y tuerto le dice; el echo de que seas pequeñita no quiere decir que no seas importante, aquí en la granja tu vales mucho. Para mamá gallina eres lo más grande en el mundo y si tu estas triste ella también lo estará. Vas a ir creciendo poco a poco no te apresures, hace unas semanas mamá gallina te estaba empollando, luego saliste del huevo, empezaste a caminar un poco lento y ve ahora puedes jugar aquí en la granja.
Pronto crecerás como mamá gallina, te podrás trepar en los arboles, seras grande y fuerte como ella, te casaras con un gallo hermoso como yo jajaja, empollaras y tendrás tus huevos y veras crecer a tus pollitos.
La pollita Juanita se alegro con las palabras del viejo gallo tuerto. Resplandeció su mirada y le dijo al gallo, ya no estaré triste, se que pronto creceré y podre ser como mis amigas, me dejaran salir sola con ellas a bañarnos en la laguna, podre trepar los árboles y correr por toda la granja.
Le dio las gracias al viejo gallo por tan hermosas palabras que la hicieron reflexionar y entender.