Esos dos tomos de Valdemar son un tesoro, sí. Igual que las acuarelas de tu padre. Sería fantástico que subiera más de personajes fantásticos y paisajes oníricos.
Sobre los chozos, Tengo decenas de fotos de ellos de las arribes salmantinas, son siempre de piedra, lo que pasa es que en algunos de los techos, con el tiempo, se desarrolla vegetación que funciona como un tejado natural. Esta conversación me ha dado la idea para unos de mis futuros post .
¡Muy bien! Lo espero, que ya tengo curiosidad.