Los contornos sutiles de voces antiguas
Y los resplandores de la música
¡Un Amor pálido, un futuro amanecer!
Y mi alma y mis delirios del corazón
No son más que una especie de ojo doble
Donde parpadea a través de un día nublado
La arieta, ¡ay!, de todas las liras
Oh morir de esta muerte única
Que se va (querido amor que te asustas)
Balanceando jóvenes y viejas horas,
¡Oh el morir de este columpio!