¿Y quién acepta más, el otro nuestra parte oculta o nosotros su existencia?
¿O es tal vez una fusión de las partes ocultas de ambos, cancelándose hasta llegar al punto de equilibrio a través de la aceptación?
¿Y quién acepta más, el otro nuestra parte oculta o nosotros su existencia?
¿O es tal vez una fusión de las partes ocultas de ambos, cancelándose hasta llegar al punto de equilibrio a través de la aceptación?
he ahí el dilema.
Dudo que nadie acepte nuestra parte oculta hasta que no lo hagamos nosotros. Buscamos la aceptación por parte del otro, pero solo podemos aceptarla nosotros; entretanto, nos encontraremos con personas que nos la reflejen.