SIN PRISA PERO SIN PAUSA, MI ALMA QUIERE CABALGAR
Cada vez que cumplo un año más, recibo con agrado las felicitaciones
Me siento realmente apreciado, es un tributo a la sinceridad
Mi alma simplemente está colmada de emociones
Medito y en medio de mis pensamientos, me pregunto:
¿Realmente estoy cumpliendo un año más?
Y allí está el meollo del asunto
Cuando cumplo un año más, estoy gastando, los que me quedan por vivir
Entonces lo que me queda es un año menos
Eso es lo que lo que llego a percibir
Me siento como el ave que gastó sus horas de vuelo
Y en su hermoso aletear nunca entendió
Que pudo haber tocado el cielo
Si no he aprovechado lo que hasta ahora tuve
Debo saborear profundamente lo que me queda por vivir
Pues si no puedo tocar el cielo, al menos surcar las nubes
Ya no hay tiempo para lamentaciones
Ni para pretextos absurdos
Es la hora de las dulces sensaciones
De las vivencias con total humildad
Abrazarse al cariño de la gente
Vivir lo humano, de la humanidad
Un año más, un año menos, total no es esencial
Lo bueno o lo malo quedó atrás
Sin prisa pero sin pausa, mi alma quiere cabalgar
Este aliento de vida que me queda
No sé hasta cuándo durará
Este post fue escrito en mi cumpleaños, el pasado 17 de mayo.
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