Hola a todos, me llamo Blanca, y vivo una vida igual a la de cualquier otro perro, corro autos, persigo gatos, rompo basura, y me baño una vez a la semana.
Creo que aun conservo recuerdos de cuando era una cachorra y vivía en las calles, con mi madre y mis 3 hermanos. Vivíamos en un estacionamiento de camiones, llenos de grasa negra y comiendo de la basura, algunos días teníamos suerte y algún conductor nos traía los restos de su comida. Eran tiempos más fáciles, y también difíciles, una familia de 4 en la calle sin el cuidado y apoyo de nadie es bastante duro para vivir. La comida era escaza y al vivir muy cerca de una autopista no podíamos jugar muy lejos sin estar ante el peligro de ser arrollados por uno de esos extraños manojos de metales que corren muy rápido, casi nunca tenían piedad. Así perdí a uno de mis hermanos, mientras jugábamos en la calle, era enorme y muy rápido, no pudo esquivarlo.
Si hay seres vivos allí dentro, imagino que no tienen alma o no conocen la compasión.
El tiempo pasaba conforme a nuestro numero familiar se fue reduciendo a quedar solamente mi madre y yo.
A veces miraba al cielo y no podía evitar sentirme sola, mi madre cada vez estaba mas cansada, y ya no quería jugar conmigo. Los conductores tampoco, algunos estaban muy cansados, y otros eran agresivos conmigo y con mi madre. Uno de ellos incluso trato de rociarnos con un extraño liquido que olía muy mal y saco algo con fuego, corrimos muy lejos, estábamos muy asustadas.
No había lugar a donde ir, el estacionamiento, era nuestro único hogar, y no conocimos nada mas allá. El resto eran largos caminos de color gris y vacíos, rodeados de plantas y sin ningún otro hogar.
Un día mama estaba mas cansada de lo normal, la noche anterior, uno de los conductores le dio una patada muy fuerte porque tratamos de tomar algo de su comida. No quería levantarse, ni comer o beber agua.
Un hombre se acercó a nosotros y nos dejo algo de comida, lo recuerdo perfectamente, era algo bajo, gordo y de linda voz. Era la primera vez que lo veía, pero solo dejo la comida y se fue.
Desde entonces, comenzó a venir mas seguido, traía comida y se iba, mama se portaba agresiva y creo que eso lo ahuyentaba.
Un día mama no despertaba. Trate de llamarla, pero no respondía. Trate de moverla, pero era inútil, no hacia nada. Ese día, me quede completamente sola, pero no tuve miedo, ya conocía el lugar.
Allí comenzó verdaderamente mi aventura como perro de la calle. Entre correr de los hombres que me atacan y robar comida de la basura y de donde fuera.
Hasta que un día el hombre apareció, el que nos solía llevar comida a mi y a mi madre. Pero esta vez no trajo comida. Se acerco para acariciarme, no logro recordar la primera que alguien haya hecho eso, pero me gustaba. Rapidamente me tomo con ambas manos y me levanto, tuve mucho miedo, pensé que me intentaría golpear como los anteriores, pero me acomodo en sus brazos y comenzó a caminar hacia se auto, si creo que auto le dicen. Me recostó dentro a su lado y comenzó a andar, era mi primera vez en uno, era muy extraño estar ahí, se movía mucho pero era cómodo.
Tiempo después llegue a lo que sería mi nuevo hogar, descubrí que ese hombre tenia familia, una mujer y una hija, y una abuela, los cuales me tomaron como parte de su casa.
Desde entonces he vivido aquí, en una casa junto a una familia de humanos, los cuales tienen atenciones que pensé que jamás recibiría de uno, y por supuesto yo también tengo atenciones con ellos. Mis años en la calle terminaron, y me siento muy agradecida con todos ellos.
Sobre todo con Barbara, que se esforzo haciendo esta traduccion perro-guauguau-humano-blabla para poder escribir todo esto, hasta la proxima <3
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Definitivamente debemos felicitar a Bárbara porque logró una estupenda traducción.
Llena de alegría ver como su vida cambió y tiene personas que la cuidan y aman.