Otro atributo de la familia Ansoleaga Beascoechea, apellidos que los distinguían, era el ahorro. Los que trabajaban por fuera entregaban el cobro semanal casi íntegramente a la madre quien junto a sus dos hijas compraban comida, ropa, calzado y cualquier otro requerimiento necesario en la casa; únicamente dejaban para sí una pequeña porción de dinero con la cual pagar el cine.
II
Con tanto trabajo los jóvenes vascos no tenían tiempo para preocuparse por los males de la guerra. A final de cuentas los dos bandos enfrentados, republicanos y nacionales, en el fondo se comportaban como españoles usurpadores de las vascongadas. Pero, aquellos chicos no pudieron continuar indiferentes y se vieron obligados a tomar parte en la contienda. En septiembre del fatídico 1936 Euskadi enluto con las ejecuciones de centenares de sus hijos a manos de los insurgentes fascistas. El Gobierno Republicano en una audaz maniobra saco provecho de aquella masacre mediante la aprobación del Estatuto de Autonomía Vasca el primero de octubre de ese año.
Muchos éxitos y felicidad.