¡Hola a todos!
Espero que tengan un excelente inicio de semana.
Hoy les escribiré sobre los placeres sencillos, pero específicamente uno: el hecho de dormir. ¿Y a quién no le gusta dormir? Yo, particularmente, los días domingos en la tarde disfruto de una buena siesta, una larguísima siesta de por lo menos tres horas. Sí, tres horas.
Fuente
Ese día particularmente siento que los ojos se me cierran solos después del mediodía. Es algo que no puedo controlar. Es tan placentero, tan renovador, tan importante, tan vital para el alma.
Hace días estuve muy cansada físicamente y una de las entrenadoras del gimnasio al que asisto me dijo: “¡es que debes descansar! El cuerpo y la mente lo necesitan y vienes todos los días al gimnasio. Los músculos se agotan”.
Y le hice caso.
El domingo caí rendida. ¡Qué reconfortante fue!
Por eso mis queridos amigos, si el cuerpo les pide descanso, háganle caso. Si no descansamos/dormimos lo suficiente se verá afectada nuestra salud y no responderemos de manera efectiva.
Es cierto, sobretodo dormir con lluvia o después de un largo día de estar fuera de la casa. Aquellos domingos donde puedes levantarte a la hora que quieras también.
¡Totalmente de acuerdo!