El pasado mes de Julio, estudiantes de diferentes áreas de la Universidad de las Artes, nos reunimos en función de incentivar y promover el arte en la universidad como en la calle. Una grata experiencia para mi junto con el lente de mi cámara. Haber estado ahí, formando parte de todo ese colectivo de jóvenes artistas, resulto muy estimulante.
Primeramente surgieron ideas, interesantes propuestas, como el nombre del grupo, nuestros proyectos (cada quien con sus ideas plasmaba su identidad) y nuestros objetivos en común que es embellecer algunas áreas de nuestro centro de estudio como también, y no menos importante, algunas áreas de la zona capitalina.
Son momentos en que el país se hunde entre mucha tristeza y dolor. Colores grises abundan en una ciudad incolora ya, de tantas desgracias.
Entonces, para superar la desidia, primero hay que superarnos a nosotros mismos. No podemos querer revolucionar al mundo si antes no nos cambiamos a nosotros mismos, al fin y al cabo nuestra lucha es “contra el sistema” y el sistema, lo comprendemos nosotros mismos.
Es por ello que aquel día, en esa reunión, fue gratificante ver como surgían propuestas e ideas, mientras pintaban a su vez en sus obras personales, dejando de lado egos y vanidades para fusionarse en un solo coro. Llevar el arte a la comunidad.
En las presentes imágenes, busque captar esas alegrías y esos ojos brillantes, de los sueños que nos acompañan a todos por ser jóvenes y poseer ese espíritu indomable que evoca a cualquier juventud en todos los rincones del mundo. Pero que especialmente acá en Venezuela, hoy se hace cada vez más visible en medio de la diáspora e inseguridad que podemos vivir todos, entre los amigos que se van o que viven cosas duras…