"Me flechó cupido, no hay otra explicación. Me quedé en shock, flotando en el infinito azul. Muy bella es, pero muy fría también. El único calor que pude sentir al final fue su creciente ira, tan repentina como despiadada. Caí, alejándome del infinito azul y dorado que fue el cielo, y el impacto de devolvió la razón, y la vista."
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¡Interesante parábola, tocayo!
Me gusta que vas al mito para ahondar, y luego vuelves, con elegancia y sin sentir un cambio brusco.
Muy buen ejercicio de simbolismo.
D.