2019
Hello Gente Bonita, les cuento que este fue un año de reencuentros y viajes por varios países que empezó los últimos días del 2018 cuando me fui de sorpresa a Chile donde se encuentra la mayor parte de mi familia y poder pasar un año nuevo juntos después de unos cuantos años y esto con una pequeña escala en París para aprovechar unas 10 horas de correr, ver, comer y recordar las buenas cosas que tiene esta ciudad en invierno.
Luego de un par de semanas con mi familia y encontrarme con amigos que extrañaba infinitamente, sigo mi viaje a Panamá a la Jornada Mundial de la Juventud, un viaje un poco caótico que me hizo viajar con la tripulación de cabina lo cual disfrute porque era algo totalmente diferente y también disfrute el pasar la noche en el aeropuerto con parte de los que me iban a acompañar en esta aventura.
Al día siguiente de llegar, nos disponemos a irnos hasta Colón que era la provincia donde nos recibieron nuestras primeras familias panameñas, llegamos bailando, brincando, gritando y no tarde mucho en encariñarme con toda la gente, panameños, mexicanos, colombianos y venezolanos éramos la mayor parte de la zona y protagonistas de las fiestas, paseos, misiones. Mi familia (mami, papi, tío y dos hermanas) nos abrieron las puertas de sus casas donde también conocí luego primos, más hermanos y a la tía y celebramos también en grande por nuestra cuenta.
Luego de varios días con ellos, nos fuimos a Ciudad de Panamá para las actividades centrales y nos recibió otra familia que eran para mí como 4 hermanos mayores que no solo me abrieron las puertas de su casa durante la Jornada sino casi dos semanas más luego de finalizada esta.
Durante las jornadas, no faltaron las locuras, risas, bailes, ataques de agua, paseos, caminatas y conocer a gente maravillosa que uno lleva en su corazón para toda la vida. También las experiencias únicas como estar en la tarima representando a tu país, las palabras de alientos y los abrazos de hermanos venezolanos que emigraron hace años y les da nostalgia sentir a Venezuela tan cerca mediante nuestra presencia.
Los sentimientos encontrados en esta jornada, simplemente no pueden ser descritos con palabras y tampoco comparados con otras experiencias similares porque cada uno es única, solo se que lo vivido me abrió la mente y me hizo ver infinidades de posibilidades para mi caminar más adelante y luego de que esta terminó, seguí haciendo de las mías conociendo la ciudad, viendo que inventaba, volví a Colón para el cumpleaños de mi hermana, fui a una feria en otra provincia, celebre el Año Nuevo Chino y logre hacer esos días, la mejor extensión de un viaje que no quería terminar.
Luego seguí con mi viaje a tierras colombianas donde me reencontré con varios amigos que también tenia tiempo sin disfrutar con ellos, conocí lugares espectaculares como el parque de la sal de Zipaquirá y el cerro de Monserrate, compartí con gente bonita con la que espero disfrutar en otros momentos y para cerrar con broche de oro, vuelvo a Venezuela a celebrar el amor y la amistad con mis amigos a uno de los paraíso más bellos de mi país; Choroní.
Y de momento, voy a cerrar el 2019 acá y lo haré en dos partes porque no vamos por la mitad del año y me queda mucho que contar.
Seguimos Disfrutando de Cada Experiencia
Dario Ruben RT