Buenas tardes @fatimajunio y @hiroyamagishi. No es cierto que desde que conocemos al señor ya no pecamos. Todos hemos pecado y seguimos pecando. Nuestros pecados merecen todas las penas y dolores, incluso el más grave. Somos salvados de la ruina, a la que por el pecado nos hacemos responsables, poniendo nuestros pecados sobre Cristo.
1 Reyes 8:46
Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque), y estés airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, y estos los lleven cautivos a la tierra del enemigo, lejos o cerca,
El pecado es la causa de todos nuestros problemas; el arrepentimiento y el perdón conducen a toda felicidad humana. El pecado es la calamidad de nuestro propio corazón; nuestras corrupciones en la vida, son nuestras enfermedades espirituales.
Eclesiastés 7:20
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.
Por más correctos que nos consideremos, siempre cometemos pecados. Cuando cualquiera nos haga daño, examinemos si no hemos hecho mal a los demás. La sabiduría nos enseña a no ser rápido en resentimientos infames.
1 Juan 1:8
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.
Nos engañamos si afirmamos que no cometemos pecados. Dios ha dado testimonio de la maldad del mundo, proporcionando un sacrificio demasiado eficaz por nuestros pecados. Seamos honestos reconociendo todos nuestros pecados en toda su extensión, confiando totalmente en su misericordia y su verdad a través de la justicia de Cristo, para un perdón gratuito y completo.
Isaías 53:3
Fue despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción; y como uno de quien los hombres esconden el rostro, fue despreciado, y no le estimamos.
Isaías 53:4
Ciertamente El llevo nuestras enfermedades, y cargó nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
Isaías 53:5
Más El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras inequidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados.
Nuestros pecados fueron las espinas en la cabeza de Cristo, los clavos en sus manos y pies, la lanza en el costado. Él se entregó a la muerte por nuestros pecados. Por sus sufrimientos El compró para nosotros el Espíritu y la gracia de Dios, para afligir nuestras corrupciones. Bien podemos soportar nuestros sufrimientos ligeros, si Él nos ha enseñado a apreciar todas las cosas como pérdida por él, y al que nos amó primero amar.
1 Juan 2:1
Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
El apóstol nos estaba escribiendo estas cosas porque Dios no quiere que sus hijos pequen. Aunque Dios ha hecho una provisión amplia y adecuada para que nosotros no pequemos, nuestra entrada o aprovechamiento de esta provisión es imperfecta, a causa de nuestra imperfección. Dios quiere que vivamos de una manera que le agrade a Él, es decir, que El desea que caminemos en esta vida en obediencia a su Palabra.
Saludos y muchas bendiciones para todos…!!!
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