Buenas noches amigo @hiroyamagishi. Todos conocemos a los profetas del antiguo testamento, pero nadie conoce a los profetas de estos tiempos porque los desconocen y si los conocen; nadie pudiera creer que sean verdaderos. Hoy en día se habla mucho de los falsos profetas, pero nunca de los verdaderos. Esto lo único que hace es producir confusión, ignorancia y temor entre el pueblo de Dios. Si tú eres un católico que no cree en los profetas de este tiempo; Jesús te invita a que antes de juzgar a alguien y acusarlo de ser falso, hayas primero conocido a uno verdadero. Uno verdadero no del antiguo testamento, sino de estos tiempos. Porque Dios es el mismo de ayer, hoy y siempre. Así, podrás juzgar en el Espíritu si es falso o si es verdadero. Porque escrito esta que todo pecado será perdonado menos el que blasfeme en contra del Espíritu Santo. Darle el nombre de falso a algo, o a alguien que está administrado por el Espíritu Santo. Decir que los profetas de Dios han terminado es no creer que Dios sigue hablando a su iglesia y a quienes tienen la abertura para escuchar su vos. Si el diablo puede matar, robar, destruir y maldecir por medio de sus servidores; porque no lo puede hacer Dios que esta por encima del Diablo y su mentira. A donde hay mentira, ahí estará la vos de Dios por medio de sus profetas. El que niega que Dios habla, niega que Dios está con nosotros por su Espíritu Santo. Pueden haber profetas, pues son parte del cuerpo de Cristo, sin embargo hemos visto que muchos se autoproclaman profetas falsamente, pero es simple saber cuándo un profeta es verdadero y cuando no lo es. Primero que todo y aunque parezca obvio, un profeta tiene que profetizar (Anunciar o predecir las cosas distantes o futuras, en virtud del don de profecía), si no lo hace, no es profeta. Después tiene que profetizar situaciones concernientes al reino de Dios y para el bienestar del hombre, de lo contrario es un agorero o adivino. Un profeta de Dios, NUNCA, va a profetizar o enseñar doctrina reñida con las enseñanzas de Dios y Jesucristo.
Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Este es el primero y grande mandamiento y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. JAMAS, un profeta de Dios va a cobrar por enseñar la palabra. Definitivamente un profeta será reconocido por sus frutos. Los profetas no eran futurólogos, mucho menos adivinos ni pitonisas. No eran profetas porque vaticinaban el futuro sino porque entendían el presente a la luz de la voluntad de Dios.
Profeta es el instrumento que habla y acciona en el nombre de Dios por el Espíritu Santo. Es la vos de un Dios presente y actual que busca despertar, levantar, construir y hablar a su iglesia terrenal. Hay muchos siervos que son usados por Dios en la prédica, oración, sanación y liberaciones y muchas otras grandes manifestaciones. Sin embargo, es importante aclarar que un profeta no es alguien que predica la palabra. Esa persona es un predicador. Un profeta no es alguien que enseña. Ese es un maestro. Tampoco un profeta es alguien que Dios usa en milagros o en liberaciones. Ellos solo son instrumentos donde Dios se manifiesta. Tampoco hay que confundir a un profeta con una persona que tiene el don de palabra de conocimiento. Este don de conocer las cosas es un don del Espíritu, pero no es profecía, sino parte de la rama de la profecía.
Saludos y muchas bendiciones en especial al señor Carlos García...!!!
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