La infravalorada inteligencia en la naturaleza

in #spanish7 years ago

La inteligencia en la Naturaleza

Debido a que somos organismos complejos dotados de un intelecto superior, deberíamos poder apreciar la inteligencia cuando la vemos, y hay muchas formas de vida inteligente a nuestro alrededor. Incluso organismos unicelulares como la bacteria E.Coli, que no consideramos terriblemente complejos, pueden mostrar comportamientos interesantes. Por ejemplo, la E.Coli está equipada con moléculas sensoriales en su membrana externa, que le permiten sentir y "saborear" sustancias químicas comestibles en el entorno. Mediante el uso de pequeños zarcillos que llamamos flagelos, la E.Coli incluso puede nadar hacia estos productos químicos. Éstas, son las formas de vida unicelular que no consideramos especialmente "inteligentes", y sin embargo, son capaces de buscar nutrientes en sus alrededores.

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También hay formas más elegantes de inteligencia en la naturaleza, algunas incluso fascinaron al famoso descifrador de códigos, Alan Turing. De hecho, él escribió un artículo en el que utilizaba herramientas matemáticas para demostrar cómo podían surgir organismos complejos de las entidades simples, sin la necesidad de un planificador maestro sobrecargado (Turing, 1952). Llamamos a éste fenómeno "Surgimiento", el cual describe la formación de sistemas inteligentes bottom-up, originados por el ensamblaje de elementos relativamente "estúpidos".

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Creo que un ejemplo aclarará este concepto, así que escojamos a las hormigas. Si tomases una sola hormiga, no haría nada interesante, pero si la colocas en una colonia de miles de otras hormigas, juntas pueden formar sistemas complejos caracterizados por inteligencia colectiva. A pesar del hecho de que las colonias de hormigas tienen lo que llamamos "una reina" no hay nada jerárquico en su forma de pensar. Eso es porque la reina no es una figura autoritaria, no les dice a los trabajadores qué hacer. Sería físicamente imposible para la reina de todos modos. Los trabajadores y las hormigas cosechadoras se extienden a través de una vasta red de túneles y ellas también están afuera buscando comida. Los trabajadores no protegen a la reina porque alguien les dice que lo hagan, sino que lo hacen porque está escrito en sus genes, de la misma manera en que sus genes les indican que salgan y busquen alimento. Las colonias de hormigas son un ejemplo de autoridad descentralizada porque su inteligencia proviene desde el fondo y la asignación de tareas proviene de un sistema de retroalimentación donde las hormigas cercanas se comunican entre sí, y la suma de sus interacciones determina qué tarea escojerán las hormigas.

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Sin embargo, las colonias de hormigas no son el único ejemplo en la naturaleza de la inteligencia descentralizada. Evelyn Fox Keller, una física estadounidense, pasó gran parte de su vida estudiando la intersección entre la física y la biología y estaba fascinada por el extraño comportamiento del moho de lodo. La rareza de este sistema es que generalmente el moho de lodo existe en forma de células individuales distintivas que se ocupan de sus propios asuntos, pero que en las condiciones adecuadas comienzan a unirse, casi formando un organismo grande. Este conjunto de células de moho, pueden arrastrarse por el suelo y consumen hojas muertas y ramas que encuentran en su camino. La pregunta era: ¿quién da la señal a las células para que comiencen a unirse? Durante años, los biólogos buscaban células "pacificadoras", células líderes que les dijeran a sus "compañeros" qué hacer. Ésta hipótesis encajó muy bien en nuestra forma de pensar. Alguien debe decirle a otras células qué hacer. Así que durante años hemos estado buscando estas células "generales" en el moho de lodo, pero la búsqueda fue en vano. Aunque no pudimos encontrar células pacificadoras, nos dimos cuenta de que las células del moho responden a una molécula llamada acrasina (forma cíclica de AMP) y su presencia le indica a las células cuándo es hora de unirse (Keller y Segel 1970). Sí, todavía no teníamos idea de quién era responsable de la secreción de acrasina, porque las células del moho parecían intercambiables. Al final Keller desarrolló una ecuación que demostraba que las células del moho no necesitaban un líder, sino que cada célula es capaz de modular la liberación de acrasina dependiendo de las condiciones del entorno. Las células cercanas simplemente seguirían el camino de acrasin y formarían grupos entre ellas, todas liberando más acrasin y atrayendo así a más células. Creando un ciclo de retroalimentación positiva.

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Entonces, para recapitular, ¿qué es el Surgimiento? Este es un sistema bottom-up que resulta de la agrupación de elementos simples que trabajan juntos para cumplir tareas que están más allá de la suma de las capacidades individuales. Para poder formar un sistema "inteligente" hay principalmente 2 requisitos: los elementos deben diferenciarse unos de otros (deben poder realizar diferentes tareas) y debe haber integración entre dichos elementos (deben comunicarse entre sí). Hay mucho más para decir sobre este tema, si veo suficiente interés podría hacer más publicaciones al respecto.

Imagen CCO Creative Commons. Gracias a @intronitro por el diseño.

Este contenido es una traducción de una publicación original de @aboutcoolscience, quien es el autor (véase post original aquí). La traducción fue hecha por el usuario @angelt.

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Referencias:

Keller, E F, and L A Segel. 1970. “Initiation of Slime Mold Aggregation Viewed as an Instability.” Journal of theoretical biology 26(3): 399–415. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/5462335.

Turing, A. M. 1952. “The Chemical Basis of Morphogenesis.” Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences 237(641): 37–72. http://rstb.royalsocietypublishing.org/cgi/doi/10.1098/rstb.1952.0012.

Otros: The Octopus, the Sea, and the Deep Origins of Consciousness por Peter Godfrey-Smith.