Mi mamá cuenta que desde antes de nacer ya era un espermatozoide muy decidido, contra todo pronóstico por los métodos anticonceptivos que usaba y una intervención quirúrgica a mis dos meses de formación, aquí estoy.
Desde pequeña he sido bastante terca y justiciera, expresaba mi opinión (hablaba demasiado) y nunca dejaría que otro niño le quitara un dulce a un compañero, era la abogada de todos hasta el bachillerato. Recuerdo que cuando estaba en 8vo grado tenía un grupo de amigas del año anterior, pero que en ese momento no me gustaban muchas de las cosas que hacían. Ese año aprendí a decir NO.
El siguiente año me habían separado de todos aquellos que conocía, entonces aprendí lo que era estar sola y abrirse a nuevas personas.
La primera señal de independencia clara hacia mis padres fue a los 16 años, cuando les dije que quería aprender a andar en autobús, ellos no lo entendieron porque no era algo que me hiciera falta, pero para mí era un gran paso.
Cuando al fin lo aceptaron solo me dejaban salir si estaba acompañada de mi hermano mayor, algo que me disgustaba, pero un día logré tomar sola mi primer ruta de autobús. De allí en más, solo fue expresarle que estaba lista para más cosas y a los 17 tuve mi primer trabajo.
El día que más recuerdo fue uno donde quería saber hasta dónde llegaban los transportes y allí me quede paseando por toda la ciudad y con un solo pasaje.
¿Por qué les cuento esto?
Cuando miro atrás me doy cuenta que esa decisión de querer aprender y demostrar que era capaz es la que me ha llevado hoy a no tener miedo a estar sola, a no sentirme culpable por decir NO, disfrutar de las vías de mi país y lugares únicos mochileando sin miedo.
¿Cual es el momento que más haya influido en ti?